Parece mentira que algunos seudopatriotas e incluso pre-falangistas hayan mostrado en los últimos tiempos su apoyo electoral a esa nueva marca del «todo vale», que es el partido liderado por Alberto Rivera, al que lo mismo le da pactar la investidura de Pedro Sánchez que negociar la de Mariano Rajoy, en una muestra más de los valores «tan profundos» que impregnan este nuevo invento del sistema.
Un partido, cuya portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, y que proviene de esos mismos círculos seudopatriotas, vota a favor de esa basura llamada «Ley de Memoria Histórica» para intentar borrar parte de la historia de España, poco después de acudir a un acto en la Delegación Cultural de la Embajada de Rusia donde el profesor Luis E. Togores ensalzó a nuestros combatientes de la División Azul.
Y mientras, mantienen por igual al gobierno corrupto de Andalucía, donde se han dilapidado cientos de millones de euros en subvenciones ilegales y ficticias, y al gobierno tan corrupto o más del PP en Madrid, cuyos máximos dirigentes están encarcelados, investigados y procesados.