Parece que las últimas declaraciones del candidato republicano a la Casa Blanca han soliviantado las conciencias de los políticamente correctos, que se han apresurado a atacar a Trump de manera inmisericorde porque ha dicho lo que algunos llevamos mucho tiempo diciendo, y que no es otra cosa que el llamado «Estado Islámico» es una meditada, estudiada y promovida invención de los gobiernos norteamericanos, para en connivencia con los sionistas del estado de Israel y sus aliados, fundamentalmente británicos, crear ese ejercito terrorista para intentar derribar a sus enemigos en Siria, Irak, Irán…

Fueron los promotores de las llamadas «primaveras árabes» que incendiaron el norte de África y el Oriente Medio, derribando gobiernos legítimos y asesinando a Jefes de Estado ante la complacencia de la comunidad internacional, que está al servicio de esos oscuros intereses que se encuentran en Washington o en Tel-Aviv.

Y ahora somos los ciudadanos de la vieja Europa los que sufrimos las matanzas indiscriminadas en cualquier ciudad, sin saber muy bien quienes son sus autores, aunque teniendo claro que sus promotores quizás no usen chilaba ni recen en mezquita alguna, y sí que vistan trajes de Armani en alguna iglesia metodista americana o en la sinagoga central de Jerusalén.