El pasado 11 de septiembre, día en que los separatistas catalanes volvieron a desafiar a una nación que parece dormida y a un Estado que quiere ser derrotado por incomparecencia, los camaradas de la Falange de Cantabria salimos a la calle en Santander para apoyar desde nuestra provincia a los valientes camaradas que, sobre todo en Madrid, pero también en otras tierras de España, han decidido levantarse para luchar por la unidad nacional.
El acto tuvo lugar a las 19: 30 en el paseo de Pereda, frente a la Delegación del Gobierno, donde viandantes y curiosos se acercaban para preguntar por los motivos de nuestra protesta. Más tarde, se procedió a la lectura del manifiesto que la Falange de Cantabria ha elaborado para exigir la respuesta del Estado frente al separatismo catalán, repartiendo copias del mismo a las personas que se encontraban en el lugar.
El acto, a pesar de la escasa asistencia, fue un éxito, por cuanto volvieron a ondear las banderas de la Falange y del sindicato TNS, y sobre todo porque es el comienzo, la puesta en marcha, de la Falange en Cantabria, dispuesta a pelear por la justicia para todos los españoles y por la pervivencia de nuestra querida patria.
A continuación, reproducimos el manifiesto de la Falange de Cantabria:
«Estamos aquí porque queremos recuperar nuestra patria. Porque queremos que los españoles vuelvan a ser eso, españoles, frente a los gobiernos que nos han robado el trabajo, la familia, la dignidad y, ahora, nos quieren robar la patria.
Desde la aprobación de la infecta Constitución de 1978 en España no hay españoles, hay demócratas. Demócratas lelos que creen que la Patria depende de los votos, olvidando que con la Patria hay que estar como con los padres, cuando todo va bien pero sobre todo cuando todo va mal.
Desde 1978 la idea de España ha sido desterrada de Cataluña. Dos generaciones de españoles catalanes han sido educados en el odio a su nación. El estado de las autonomías es un arma contra España, y por eso exigimos su derogación, porque las autonomías no son más que una cueva de ladrones que derrochan –en el mejor de los casos-, y roban –en el peor- el dinero del pueblo trabajador en contra de ese mismo pueblo trabajador. Queremos un solo gobierno para un solo pueblo. Queremos una España fuerte y unida, con un Estado al servicio del pueblo, y no un Estado que se sirva del pueblo.
Tenemos dos enemigos: los separatistas y los cobardes gobiernos democráticos que están de rodillas frente ellos. Si la democracia consiste en cederle el poder a quienes quieren romper España, no queremos democracia. Si la democracia consiste en vivir sin Patria y no defenderla de quienes la odian, preferimos vivir sin democracia a vivir sin Patria.
Quieren desterrar a España de Cataluña porque quieren robar su tres por ciento a sus anchas, porque quieren que los catalanes olviden su fe cristiana y su lengua que les ha hecho dar la vuelta al mundo, porque quieren que abandonen sus raíces culturales, para destruir al pueblo y convertirlo en ciudadanía aborregada, vacía, inculta, consumista, relativista pero, eso sí, convencidamente democrática.
Por ello, exigimos que el Gobierno español deje de ser antiespañol y actúe con la firmeza y la diligencia que España merece, contra unos traidores separatistas que merecen ser juzgados por sedición y alta traición a la patria.
Exigimos la derogación de la Constitución de 1978 y la creación de un estado nacionalsindicalista que devuelva a los españoles la patria, el pan y la justicia, y el orgullo de ser hijos de España, obra espiritual de la persona, la historia más grande jamás contada, evangelizadora y civilizadora de medio mundo.
Exigimos que el pueblo español se levante y recuerde quién es, de dónde viene y cuál es su misión histórica.»
¡¡¡Viva la Falange!!! ¡¡¡Viva la revolución nacionalsindicalista!!!
¡¡¡Arriba España!!!