Llevamos décadas alertando de la extremada gravedad del problema separatista de varias de nuestras regiones. Y la verdad es que la situación en Cataluña, ha llegado a un punto de no retorno. Por cada acción que realizamos los que defendemos España, nos encontramos con un sinfín de acciones de odio hacia España: algunas directas, otras indirectas, unas más visibles otras menos,… con lo que las masas, que son arrastradas por la publicidad y no por la verdad, asumen involuntariamente las tesis secesionistas. Este es el drama que sufre la Nación más antigua de Europa.
El mundo es dirigido por los que tienen la capacidad suficiente de, mediante los medios masivos, crear estados de opinión beneficiosos a sus bastados intereses.
Dicho de otra manera, ya no es que el criterio de los más se imponga a los menos, sino que los poderosos, en la sombra, manejan a las masas pues la opinión de éstas, en todas las materias (economía, actualidad, historia…), depende, ineludiblemente, de la información de terceros. Si esos terceros dicen mayoritaria y machaconamente una serie de cosas, pues se acaban aceptando. Esta es la estafa de nuestros tiempos; estafa disfrazada con la palabra LIBERTAD.
Por hacer un símil: la masa en Cataluña está enferma y no tiene cura, porque la mayoría de hospitales, farmacias, médicos y enfermeros propagan la enfermedad.
Pongamos ejemplos gráficos; Hace unos meses, el diario separatista «Avui» era capaz de publicar esta viñeta con motivo del mortal accidente ferroviario de Galicia. Cerca de cien muertos, todavía calientes, servían de mofa para los lectores que ya odian a España “de fábrica”.
Pero esta acción directa, queda en anécdota pues va dirigida a ese sector de población que ya odia de por sí a España.
Es un engaño mucho más relevante (aunque más invisible) lo que sucede con los chistes del diario de los no catalanistas -«El Periódico de Cataluña»-. El ilustrador va repitiendo mensajes antiespañoles para conquistar las mentes de los que carecen de sentimiento secesionista, centrando el foco en la “economía”. No es que el ilustrador no entienda nada de economía, cosa comprensible, es que no tiene ni la mínima creatividad exigible para su profesión, y acaba copiándose a sí mismo. Pero en la reiteración de las mismas ideas, está el secreto para convencer, cuando no se tiene la razón.
Como último ejemplo y más reciente, en ese mismo rotativo, era CIU quién de forma muy generosa (los dineros públicos y de la corrupción dan para mucho) entregaba, entre sus páginas, este tríptico con las bondades económicas y de todo tipo que comportará a los ciudadanos de origen no catalán, la ruptura con el resto de españoles… Folleto bilingüe, faltaría más.
Reconozcámoslo, no tenemos medios para crear estados de opinión a la masa; y quiénes los tienen no los utilizan, cometiendo la gran traición a España.
Además, los falangistas, seguimos empeñados en preferir la derrota “a la victoria que no sea clara, caballeresca y generosa”.
Pero no hay mal que por bien no venga….
Esta situación, que viviremos en breve, va a permitirnos reafirmarnos en nuestros ideales. Mientras que unas élites de poder manejan interesadamente a las masas; nosotros, los que no hemos renunciado a defender la verdad de forma noble, nos pondremos a combatir de frente. Los primeros falangistas ya reafirmaron sus ideales, derramando su sangre, primero en España y luego en Rusia. Los falangistas de hoy, también vamos a tener nuestra oportunidad, y todo gracias a unos gobernantes que nos empujan de nuevo, al abismo.
Y en esta nueva gesta quién sabe si nos acompañarán muchos o pocos, pero, sin duda lucharemos y lo haremos con “el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muera por España”.