A la derecha cobarde, corrupta y traidora del PP, parecen haberle entrado las prisas «patrióticas» intentando prohibir la entrada de esa basura llamada «estelada» para la final de Copa que se disputará este próximo domingo en Madrid.
Y es que después de llevar años prohibiendo cualquier tipo de símbolo «fascista» en los campos, en las calles y en los pueblos, o sea, la Bandera de España, la Delegada del Gobierno en Madrid, la hija del falangista alcalde de Burgos, quiere lavar su imagen y la de su bastardo partido, con la medida anunciada el pasado miércoles y que ni sus propios compañeros de militancia llegan a comprender y ni siquiera apoyar.
Lógico, son los que más han hecho por no «cabrear» a las ratas separatistas, que llevan años campando a sus anchas ante la dejación de funciones de unos y otros gobiernos, da igual el signo político del que ocupara La Moncloa. Más les hubiera valido plantar cara a quienes pretenden la destrucción de nuestra Patria, habiendo suspendido el Estatuto de Autonomía de Cataluña ante el desafío separatista, a las sentencias judiciales y a las instituciones del Estado y que se llevan produciendo desde hace décadas.
Nos hace mucha «gracia» el revuelto del progresismo ante la medida adoptada y lo poco que han levantado la voz cuando se prohíbe de forma sistemática la entrada de banderas españolas en los campos de Cataluña, que son retiradas por los «mozos de cuadra» y tiradas a la basura, ante la sola reacción de un puñado de patriotas españoles, entre los que nos encontramos, y lo que nos ha supuesto detenciones, denuncias y procesos judiciales, algunos todavía abiertos.
Hablan de falta de libertad, los mismos que han paseado esta misma semana a un hijo de perra, etarra, llamado Otegui, por Ayuntamientos, Parlamentos y demás cuevas de traidores.
Y para colmo, muchos de ellos, empezando por la «compañera» de sindicalistas chaperos, la alcaldesa de Madrid, se solidariza con la otra perroflauta de Barcelona y dice no acudirá al estadio Vicente Calderón, como tampoco lo hará este otro hijo de mala madre que ahora ocupa la presidencia de la Generalidad de Cataluña.
Que no se preocupen que este no es el momento de que acudan al palco del estadio, que ya les avisaremos cuando dentro de poco más de un año, el viejo campo del Manzanares vaya a ser demolido, y entonces quizás es el momento adecuado para que acudan todos ellos, con esteladas incluidas.