“Son iguales o incluso peores que los separatistas”.
Las últimas declaraciones de la dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, dan la verdadera medida de lo que significa la derecha española y de hasta dónde pueden llegar con su doble juego y su doble cara, con tal de rascar cuotas de poder o mantenerse en el mismo.
Ahora resulta que la dirigente popular pide una financiación especial para Cataluña, olvidándose de la solidaridad entre las distintas regiones de España, haciendo el juego a los separatistas, con los que parece estar más a gusto que, por ejemplo, con los que impidieron el aquelarre independentista en Madrid, el pasado 11 de septiembre.
A los que el próximo sábado acudan la plaza de Cataluña de Barcelona, a hacer el juego a esta señora y a su corrupto partido, habría que recordarles que su actitud no es nueva.
– Que la derecha cobarde y acomplejada ya se opuso al “Estatut” del año 79, para convertirlo después en “su Norma”.
– Que se oponían a que el PSOE transfiriera competencias a la Generalidad de Cataluña, mientras gritaban “Pujol enano, habla castellano”, al mismo tiempo que Aznar pactaba con el “enano” el transferir competencias como ni siquiera los independentistas hubieran soñado nunca, incluida la educación que ha convertido al español en una lengua proscrita en Cataluña.
– Que decían que era mentira que el trato económico a Cataluña fuera injusto, y ayer mismo, apuntándose al carro separatista, creen que necesitan un marco propio diferente del resto de España.
– Que hasta ahora han dicho una cosa, y mañana, sin ir más lejos, dirán que Cataluña tiene derecho a decidir y a convocar un referéndum, cambiando las leyes, si hace falta, como dice esa otra “señorona” de la derecha española, que responde al nombre de Esperanza Aguirre, y que ya se ha manifestado en ese sentido.
– Que a la derecha le da igual la Unidad de España y que solo vela por sus intereses económicos y siguiendo instrucciones de los centros de poder de más allá de nuestras fronteras, es algo conocido, pero que encima haya “patriotas”, e incluso, pseudo-falangistas que se apunten a hacerles el caldo gordo el próximo 12 de octubre, en Barcelona, es algo surrealista… A no ser que vayan a pitar, a silbar y a lo que haga falta, a toda esta “tropa” derechista, que cree que la legitimidad de España está en la basura de Constitución del 78, sin tener en cuenta, que la realidad histórica que se llama España, tiene mas de 1000 años de historia, y su existencia no pasa porque un Parlamento lleno de corruptos y vendepatrias apruebe una Ley o la contraria. Faltaría más.