La lucha continúa, las ideas de esas mentes estupendas que dotaron a España de un nuevo espíritu, son ayer como hoy, perfectamente válidas en nuestros días.
La voluntad firme, en el amor a España, de combatir al liberalismo, al capitalismo, a unas derechas e izquierdas vendidas a intereses ajenos y mercantiles, sigue latiendo con fuerza en los corazones falangistas.
Frente a la dictadura mundialista, nuestro amor a esta España que no nos gusta. Frente a los falsos tronos edificados sobre burdas maniobras de distracción patria, nuestro espíritu revolucionario entusiasta, forjado en un alma que repele la esterilidad patriota a la que pretenden someternos los que desdibujan nuestra España.
Contra una falsa construcción de nuestra cotidianidad, la exaltación de la naturaleza humana. Contra los intereses particulares, la humanidad y la espiritualidad de un pueblo que debe ser grande y alejarse de la manipulación que pretende adiestrarnos para silenciarnos, ocultando nuestra grande y verdadera historia, nuestra razón de ser.
Por un nuevo amanecer.
Ayer como hoy: ¡Viva España! ¡Arriba España! ¡Viva Falange Española!