Lo hemos vuelto a hacer en la graduación en Tremp (Lérida) de 485 nuevos suboficiales del Ejército de Tierra, aprovechando la visita del Ministro de Defensa y con la “inesperada ausencia” del jefe del Estado y Capitán General de nuestros ejércitos, es decir, del borbón Felipe VI.

Patriotas catalanes y militantes de La Falange han desplegado unas enormes banderas de España donde se veía escrito “A España servir hasta morir”. La acción ha centrado el interés de todos los presentes. Cuando el mando ha ordenado su retirada, el público y los nuevos sargentos han mostrado su rechazo, incluso se han producido escenas de tensión e insultos cuando un indigno oficial ha llegado a decir que esa no era la bandera de España sino un trapo.

En diciembre del 2004, el miserable ministro José Bono del gobierno de Zapatero ordenó retirar el lema que tanto ofende a esta España “oficial”, triste y decadente. Y no dudaron los mandos del Ejército en acatar la bochornosa orden mostrando así a los futuros sargentos que, en el Ejército de hoy, por encima de España se encuentran los políticos que la están destrozando.

Durante estos años ha habido muestras de que existimos españoles todavía dispuestos a defender España, incluso de los enemigos internos que lucen con vergonzosa actitud uniformes y cargos. Ya en julio de 2005, mientras el director de la Academia, frente al que entonces era el Príncipe Felipe, pronunciaba un discurso “halagador” a los que retiraron el lema: “…haciendo gala de una actitud de auténticos profesionales, controlasteis vuestros sentimientos…”  un grupo de cadetes reponía la breve frase que vestía la loma del monte Constampla y que les enseñaba lo que la Patria exige a un soldado español.

Meses antes, quizás por intercesión divina, una nevada volvía a reponer el lema al enblanquecer los huecos dejados por las piedras retiradas. Hasta el deshielo, se pudo volver a leer en toda la comarca lo que la montaña rezaba.

La Falange, que nunca ha pretendido otra cosa que servir España, ni quiso ni pudo permanecer inmóvil: En enero del 2008 repusimos un lema que hacemos propio.

Pues bien, hoy seguimos defendiendo España sin medias tintas ni concesiones; Y gritamos sin complejos: “A ESPAÑA, SERVIR HASTA MORIR”, para vergüenza de sus majestades reales, de políticos y de su séquito de palmeros uniformados.

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