En un ejemplo de «heroísmo» sin precedentes, el almirante jefe de estado mayor de la Armada, cuyo nombre es mejor ni pronunciar, ha salido en defensa del almirante Cervera calificando la actitud de esa rata andrajosa que ocupa la alcaldía de Barcelona de «decepcionante«, e incluso el mismo Jefe de la Armada, se ha atrevido a decir que Cervera fue un gran liberal por su participación en acciones militares en la Iª República y bla, bla, bla.
Entra dentro de lo «normal» que la piojosa de Colau le quite la calle que en la ciudad condal tenía el almirante Cervera y le llame facha, como también el que la comisaria chequista de Carmena que homenajea a los asesinos comunistas y socialistas, se la quite a Millan Astray en Madrid.
Pero lo que más insulta a la memoria de estos dos auténticos héroes de la Patria es la actitud cobarde, rastrera y desleal mostrada durante al menos los últimos cuarenta años, por parte de los mandos militares, más ocupados y preocupados en arrastrarse en el fango del politiqueo corrupto que les facilita prebendas, sueldazos de campeonato y acciones militares sin sentido en el extranjero defendiendo los intereses bastardos de los norteamericanos, los franceses e incluso los p. británicos, que siguen ocupando el territorio español de Gibraltar.
Nuestros pilotos de combate se vanaglorian de haber participado en acciones de guerra en Libia, Siria o Irak. Suponemos que de mamporreros de los que de verdad tienen intereses allí y que masacran poblaciones, invaden países y quitan y ponen gobiernos legítimos a su antojo. Ahí sí que son valientes estos militares nuestros de ahora.
Vamos, igual que aquellos otros militares como Cervera o Millán Astray, cuya memoria ensucian con su silencio cómplice.