Ante el silencio cómplice de unos y la cobardía de otros, se ha producido esta pasada madrugada un nuevo asalto a la valla fronteriza de Melilla. Más de doscientos ilegales, han «invadido» nuestro territorio, y han celebrado con regocijo y sin ningún tipo de temor, su entrada violenta en España.
Está claro que aquí ya todo vale. Los complejos de esta derecha cobarde y corrupta se unen a la actitud traidora por naturaleza de la izquierda, provocando un efecto llamada que miles de africanos están recibiendo en sus países de origen. Y mientras tanto, los medios de manipulación dirigiendo la actitud de esta sociedad que aguanta 6 millones de parados y miles y miles de familias desahuciadas y malviviendo de la caridad.