Era cerca de la medianoche, cuando se dispuso el Primer Relevo, que mandado por el Jefe Territorial de La Falange (FE) en Madrid, camarada Miguel Valenciano, iba a llevar una Corona «en andas» hasta la mismísima puerta del Valle de los Caídos.

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A los centenares de falangistas y patriotas que se encontraban en Moncloa, les bendijo un sacerdote allí presente que tras recitar el Padrenuestro y el Ave María, cedió la palabra a Pedro Pablo Peña, Presidente de AN y con un gran pasado falangista, dio ánimo y coraje a todos aquellos que en la larga, dura y fría noche, iban a poner toda su ilusión y coraje para recorrer los 50 kilómetros que les separaban del Valle de los Caídos.

Tras recibir las oportunas novedades, el Jefe Nacional de La Falange (FE), camarada Manuel Andrino, ordenó el «Adelante la Marcha» y se puso a la cabeza del aquel grupo compacto que con paso firme caminaría sin descanso para dar su Homenaje al Jefe Eterno que, junto a los mejores, nos contempla desde su lucero.

FMG 063Tras el Jefe Nacional, las banderas de España y de La Falange, los guiones de la Vieja Guardia, de la Primera Línea de Madrid (con su Palma de Plata ganada en combate), del S.E.U., de las Juventudes Falangistas… y a continuación la Corona, portada en andas por camaradas femeninas de La Falange y escoltada, como no podía ser menos, por camaradas de la Primera Línea que ya han dado ejemplo de lucha y sacrificio en las circunstancias más adversas. Tras ellos, decenas de antorchas que iluminaban el recorrido, una vez que tomábamos el parque del Oeste y la carretera de Castilla para llegar hasta la de La Coruña, donde en relevos de 5 km., los nuestros no se arrugaron por el frío reinante.

Uno tras otro, los relevos de las Jefaturas locales, mandados por el camarada Felipe Maroto; el de las Jefaturas Provinciales, comandado por Luis Alonso; el de Juventudes a cuyo frente iba en esta ocasión, y con merecimientos sobrados, Santiago Cabezuela, o el de la Primera Línea por el falangista y legionario Segundo, iban cubriendo las etapas previstas hasta llegar a la localidad de Villalba, donde se depositaron cinco rosas en el Monumento a los Caídos que allí se encuentra.

Precisamente el relevo que de allí partió, fue conformado por los camaradas franceses que nos acompañaron durante todo el trayecto, con su Jefe, Yvan Benedetti a la cabeza. ¡Qué ejemplo de disciplina y compromiso el de ellos! Quizás por eso, el gobierno socialista francés los ha ilegalizado.

Amanecía cuando partía el último relevo mandado por nuestro Jefe Nacional, que llegaría alrededor de las 9 de mañana a la mismísima puerta de entrada al Valle de los Caídos.

Ante la enorme presencia de agentes de la Guardia Civil, los mismos que se dedicaron años atrás a quitar banderas de España a personas y vehículos, para arrojarlas al suelo, en una muestra más de servilismo mercenario y cobarde. Al llegar, como viene siendo normal, se depositó la Corona transportada en larga marcha, junto a la entrada. En esta ocasión fueron los camaradas Carlos Rodríguez, Jefe Nacional del sindicato falangista T.N.S. y Carlos Batres, Presidente de la Hermandad de la Vieja Guardia, quienes tuvieron ese honor y ese privilegio. Después tomó la palabra el Padre Carlos, que tuvo el coraje necesario para desplazarse desde Madrid, justo antes de cumplir sus obligaciones dominicales en su Parroquia, y nos leyó algunos pasajes de la Biblia, como ejemplos claros de sacrificio en pos de una idea, como había hecho JOSÉ ANTONIO.

Nuestro Jefe Nacional leyó la ORACIÓN A LOS CAÍDOS DE LA FALANGE, de Rafael Sánchez Mazas, que sonaba más emotiva, clara y diáfana que nunca, y que sirvió como inicio al CARA AL SOL, cuyos gritos de rigor fueron dados por el Presidente de la Hermandad de la Vieja Guardia.