El pasado lunes, los militantes patriotas cumplimos con el deber ineludible de defender España. El antiespañol Ateneo de Madrid cedía su salón de actos a la izquierda separatista catalana para hacer proselitismo de la consulta secesionista del 9 de Noviembre.
Pocos argumentos más nos hacen falta, a los que de verdad sentimos España, para protestar contra los que quieren romper nuestra Patria. Allí estuvimos y volveremos a estar dónde, cuándo y cómo sea preciso.
El discurso secesionista de que hay que el derecho a votar, está por encima de todo y de todos, incluso de las leyes y tribunales. Pues con ese mismo mensaje publicitario, nosotros invocamos la libertad de expresión por encima de las normas de esa infame mesa de debate.
¿Cómo reaccionarían los que se quieren saltar las normas para votar, contra los que, sin violencia, nos expresábamos por encima de unas normas?
Pues no hubo sorpresa ninguna y no nos cedieron generosamente la palabra, no… Son separatistas pero no son tan imbéciles como para hacer lo que exigen a otros: De forma violenta intentaron recuperar la palabra y echarnos de la sala. Para ello, no dudaron en amenazarnos, empujarnos violentamente, hasta llegar incluso a la agresión física y a la rotura de gafas de uno de los nuestros. Todo esto, ante hombres que no ejercimos ninguna violencia física.
Más aún, al no conseguir su objetivo, no dudaron en llamar a la policía para que restableciera el orden y las normas.
Así fueron los hechos, hechos que denunciaremos en los juzgados, a ver si empiezan las detenciones con la misma intensidad que sufrieron “nuestros héroes de Blanquerna”.
Pero ya sabemos que no, que la incoherencia está igual de presente en los dos lados del Ebro. Aquí, no va a haber persecución a los violentos, si estos son antiespañoles. No va a acudir la policía a retirar urnas ni va a haber juicios ni sanciones a los que incumplen leyes, si estos son antiespañoles; aún más, la delegada del Gobierno, la popular Cristina Cifuentes, rauda y veloz, ya ha anunciado a la prensa que denunciará y sancionará a los que no quisimos ser meros espectadores ante otro ataque a España.
Esta es la España oficial, la que se sienta en el Congreso, en los Parlamentos Autonómicos, la que tiene cargos públicos, la subvencionada, la políticamente correcta, la que aparece en los medios… incoherente, mentirosa, prevaricadora y tan estúpida que nos quiere llevar al suicidio.
Lástima para esta gentuza, que aún quedamos un puñado de españoles que sin complejos decimos alto y claro y demostramos a diario que defendemos y defenderemos España y su integridad territorial con todos los medios a nuestro alcance. Y, nos vemos en la legítima posición de, ante la presencia de urnas este 9 de noviembre, actuar, como poco, como actuaron los separatistas en el Ateneo de Madrid; Aún a sabiendas, de que si la policía acude no será para retirar esas urnas ilegales y denunciar a sus responsables. Sabemos que si acude será para detenernos, a nosotros, por ejercer de lo que somos: Españoles. Si es así, bienvenida sea la cárcel.
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Ver vídeo. A partir del minuto 3:13 nuestro camarada sufre las agresiones.