Y así de satisfecha posa la reina de España escuchando el himno de la sangrienta II República Española, al igual que lo hiciera como Dios la trajo al mundo para la portada de un disco.
¿Qué se puede esperar de esta mujer? ¿Y del mundo, que no es la primera vez que se cachondea de España, como ya sucediera por ejemplo en la Copa Davis?
Nos es indiferente si la mala calidad del sonido se debe a que fue acto de un espontáneo o si se trató de una «coreografía oficial»:  Si esta corona acude a una fiesta catalana presidida por la «estelada», nos tememos que mirará del mismo modo, para otro lado.
En cuanto a esta mujer que es reina por su afán de notoriedad, recordemos que gracias a ella los guardias reales que custodian el palacio de La Zarzuela ya no pueden izar y arriar la bandera de España, ni hacer el homenaje a los caídos, como se hace cada día en todas las instalaciones militares españolas.
Tampoco le gustaba que la bandera de España, presuntamente, ondeara en su residencia -La Zarzuela-, ordenó que sus hijas no recibieran educación católica, -importándole bien poco ni su nivel cultural ni la tradición española… -Sin embargo, esta mujer ha protagonizado en nombre de la monarquía española, la primera vez en la que los reyes de lo poco que queda de España, recibieron a colectivos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, oficialmente, alardeando así de su visión de lo que debe ser la normalidad en nuestra Patria.
 
Mientras tanto, no son pocos los que siguen presumiendo de la figura de la corona española, como representantes de España, como esos personajes que realizan labores diplomáticas en nuestro nombre por todo el mundo, como si no tuviéramos bastante gasto ya con costear a los embajadores presentes en todos los rincones del Planeta…¿Esta monarquía a quién representa?