La mayoría de la gente que se “lanza” a la política generalmente lo hace porque cree que ocupando un rol administrativo, un cargo, poder, ha resuelto los problemas de SU vida, debo decir a mi pesar, que son una clara mayoría.

Luego hay quien hace política por pasión, quien la hace por el placer de estar durante una legislatura en los lugares gubernativos donde se deciden las cosas, también están los que vienen enchufados, recomendados, y los que cargan con los temas complicados, -porque la lucha es también aprender…-; A menudo las secretarías políticas están encabezadas por personajes impresentables que se prestan a ese juego de ser “cabeza de turco”. También nos encontramos con los que llegan atraídos solamente por el poder y los cotillas y finalmente hay quienes no decidieron hacer política por ninguna de las anteriores razones, muchas de las cuales son vergonzosas, alguna la hay noble pero ninguna de las anteriormente mencionadas mueven a quien decide hacer política por “amor”… Sí por amor, por amor a su propia tierra, a su propia ciudad, a sus raíces… Estas son personas especiales, odiadas por los políticos y sobre todo por las secretarías políticas…que buscan y exigen otros requisitos en los candidatos a elegir.

Yo soy uno de estos, hago política por amor, por el mismo amor que puede empujar a un padre a amar, a defender y a proteger a sus hijos. He militado en pocos partidos, y en los que he perseguido aportar mi trabajo, todos sin excepción, me han traicionado. Ésta fue la razón de mis migraciones, he permanecido fiel siempre a una idea, he intentado mejorarla con la experiencia adquirida con el tiempo, pero no la he traicionado nunca, nunca ha mutado su esencia, el concepto de patria está vivo en mí, pero ésta es la parte que he mejorado mucho, el concepto de Patria, palabra de nobles sentido y contenido, pero ahora obsoleta de alguna manera, aunque nunca como en este período, de tantísima actualidad; La patria perdida, la identidad borrada, arrolladas por la mala política, por la mortificación del pueblo, por la influencia extranjera en los temas patrios, por una moneda que no es moneda, sino sólo una letra de cambio continua, infinita, para pagar y a que la que inmediatamente debemos renunciar, para buscar y encontrar una identidad, un equilibrio socioeconómico, la reanudación del desarrollo, la reconstrucción de una comunidad ahora perdida, vendida a la especulación extranjera- de los banqueros, los aventureros y los masones-.

Ciro Pisacani

Movimento Base Italia.

MBI