El ayuntamiento del Fuente Álamo tiene, frente a otros problemas reales
del pueblo, la obsesión de borrar de un plumazo una parte de la historia
de la ciudad y de la identidad de los vecinos. Se trata de su colegio,
que desde hace más de 75 años se denomina Colegio José Antonio, en
recuerdo a José Antonio Primo de Rivera asesinado por los marxistas el
20 de noviembre de 1936. Decenas de generaciones de alumnos han pasado
por sus aulas, y ahora el ayuntamiento del PSOE, mismo partido al que
pertenecía el que firmó la sentencia de muerte del fundador de la
Falange, quiere borrar su recuerdo.

En defensa de la historia y la identidad de Fuente Álamo, la Falange de
Murcia se ha unido a los padres de los alumnos del colegio José Antonio.
Con tal fin se están desarrollando varias campañas. Una de ellas,
impulsada por vecinos y padres de alumnos consiste en la recogida de
firmas contra el cambio de denominación del centro.

También los falangistas han pegado carteles en la localidad en contra
del nuevo ataque del odio izquierdista contra la historia de quienes les
combatieron el siglo pasado, recordando a los ciudadanos quién fue José
Antonio, y cuál fue su inmensa labor y su tremendo amor a España.

El tercer frente de las acciones ha sido una campaña en las redes
sociales, que ha contado con mucha aceptación por parte de los vecinos,
reclamando al alcalde y al PSOE de la localidad que dejen la
denominación del colegio como está.

Desde la Falange esperamos que se ponga coto a este odio de la izquierda
y esta exaltación del guerracivilismo que ha iniciado la infausta ley de
memoria histórica. Las consecuencias pueden convertir la convivencia
entre ciudadanos en difícil, y producirse reacciones airadas,
comprensibles, como las que han sucedido recientemente en la provincia
Alicante, donde varios monumentos de propaganda de los izquierdistas han
sido destruidos tras la retirada del monolito a José Antonio en
Crevillente.

Nosotros seguiremos luchando por recordar a los héroes y los caídos
criminalizados por el sectarismo de comunistas, socialistas y otros
partidarios de la ley de memoria histórica.