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El 9 de Noviembre de 1936, los milicianos del Frente Popular empujaban a trompicones a un joven falangista hacia una pared. Quisieron ponerle una venda en los ojos, pero no quiso. A los pocos segundos, la descarga partió el talle de aquél muchacho. Se llamaba Alejandro. Tenía 26 años y soñaba con una España mejor.
Nosotros no vamos a olvidarle.
El acto de homenaje comenzó con una Santa Misa a las 12.00 h. en la capilla del Cementerio de Paracuellos: “Vuestro himno (el de la Falange) no sólo está cargado de poesía, sino de teología, “el puesto que tengo allí” nos habla de la vida tras la muerte que nos espera” dijo el sacerdote en la homilía.
A continuación, se fue al lugar de la tumba de Alejandro Salazar, donde el sacerdote hizo un responso por los caídos por Dios y por España.
Después, se depositaron 5 rosas rojas de la Falange en la tumba de Alejandro, con el saludo que señala el horizonte.
Acto seguido el camarada del SEU, A.R. leyó la Oración por los Caídos de la Falange: “Acoge, Señor, con piedad en tu seno a los que mueren por España…”
Después, Adrián Núñez, Jefe Nacional de las Juventudes Falangistas de España, pronunció una arenga a los jóvenes falangistas. Los de ayer, muertos por España, y los de hoy, que han de continuar su lucha.
Cedió la palabra al último orador, Pablo Reinoso, Jefe Nacional del Sindicato Español Universitario, que dio las pautas de la vida de Alejandro y enfrentó su servicio a España y la Falange con la actual situación política nacional.
Por último, Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange, cerraba el acto con el Cara al Sol (tan cargado de poesía y teología) y daba los vivas de rigor.
Y el “¡PRESENTE!” retumbó mucho más alto, mucho más lejos, que aquellos disparos que hace no tanto, daban tierra a una Falange de corazones.
https://youtu.be/cUd17Gm6F80
¡Alejandro Salazar!, ¡Caídos por Dios y por España!
¡¡PRESENTES!!
¡Estudio y acción!
