Como viene siendo habitual desde hace años, por convicción moral, varias escuadras de la Jefatura Provincial de La Falange en Alicante, procedieron el pasado día 7 de noviembre, con sus propios medios en camaradas y materiales, a restaurar la que fuera la fosa de José Antonio Primo de Rivera, tras ser fusilado en la antigua «Casa Prisión» y antes de que se llevaran sus camaradas los restos a pie hasta el Monasterio de San Lorenzo del El Escorial en Madrid.

La novedad de este año fue que se procedió restaurar la propia huella dejada por el cuerpo del JEFE, ya que debido a un antiguo y permanente problema de condensación de agua, la silueta se estaba perdiendo difuminándose en la propia tierra que lo acogió, como la madre que abraza a su hijo cuando honrado y glorioso vuelve a casa, después del deber cumplido con la patria. Allí estábamos sus falangistas como centinelas custodiando la memoria de nuestro eterno JEFE, que desde los luceros debe observar, como su sacrificio no ha sido estéril ya que su sangre cuando regó esta tierra, hizo brotar espigas rojas y negras como la pólvora y la sangre de nuestra bandera. Sus falangistas permanecemos inasequibles al desaliento porque «Mientras millones de familias españolas vivan miserablemente, no puede «ni debe» haber paz en España.» Esperamos que Dios te dé tu eterno descanso y a nosotros nos lo niegue hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte.

José Antonio Primo de Rivera
¡¡PRESENTE!!

A los Caídos por Dios, España y la Revolución Nacional-Sindicalista
¡¡PRESENTES!!