Como sucediera en la anterior charlotada independentista, la consulta ilegal del 9N se ha llevado a cabo sin orden ni control, -además de costarnos a los ciudadanos una cantidad de dinero insultante- y así lo recoge la prensa.
El Diario ABC muestra el testimonio de un catalán que afirma haber votado hasta tres veces en la consulta del 9N.
Para colmo, varios ciudadanos están denunciando en las redes sociales, que se pudo ver durante la jornada del pasado domingo a catalanes que votaron con un DNI falso o que iban disfrazados, siendo imposible identificarles.
Por otra parte, menores de edad e inmigrantes, han ejercido también el derecho al voto, algunos de ellos vanagloriándose de que en sus casas sólo se habla árabe y catalán, como si fuera algo de lo que enorgullecerse en España. Hemos asistido a testimonios como el de un pakistaní que apoyaba que se mantuviera la consulta aunque fuese ilegal y es que el contagio de la moda independentista, unido tal vez al temor de que sin el cobijo del gobierno catalán, más preocupado en sus delirios independentistas que en la precaria situación en la que la crisis está sumiendo a la región y a toda España -y por supuesto, olvidándose de honrar a su propia identidad haciéndole el caldo gordo a la esclavitud mundialista que sufren inmigrantes y por ende, españoles-, les hace creer por activa y por pasiva, que su bienestar depende de abanderar la causa separatista.
Subrayamos que el fraude electoral no es nuevo. La Falange ya denunció en su día mediante un vídeo, que en los teatros con urnas del independentismo, se podía ejercer al voto en repetidas ocasiones:
