Con enorme expectación se vivió el pasado viernes la conferencia que dio el camarada Juan Domingo Martínez sobre la represión sufrida en las cárceles «democráticas» en su calidad de miembro de la PRIMERA LÍNEA de LA FALANGE y como condenado por los llamados sucesos del «Bar San Bao».
Antes de dar comienzo la misma, el Jefe Nacional de La Falange (FE), camarada Manuel Andrino, tomó la palabra para leer el expediente de concesión de la PALMA ROJA que le fue entregada en ese mismo momento a Juan Domingo, y que la recibió con la emoción que se merece.
Durante algo más de una hora nos contó su experiencia en distintas organizaciones antes de la muerte del General Franco y su participación en «actividades» de todo tipo, fundamentalmente en las Provincias Vascongadas, donde se encontraba estudiando, en aquellos años de lucha contra ETA y su entorno, a veces rayando lo que «ahora» se entendería por «ilegalidad».
De ahí, a la lucha en la Universidad contra el entorno marxista y «democrático» que intentaba paralizar la enseñanza, militando en el FES y luego en FE-JONS.
Participó de forma activa en la actividad frenética de aquellos años dentro del falangismo, y se encontraba junto a otros militantes falangistas cuando un miembro de la extrema izquierda resultó muerto y varios resultaron heridos después de profanar, una vez más, la Cruz a los Caídos que se encontraba en la confluencia de las madrileñas calles Arturo Soria, Hermanos García Noblejas y Alcalá.
Fue condenado, sin pruebas y a la sombra de las cloacas del estado, a 32 años de prisión, a pesar de haberse probado que no fue él quién efectuó los disparos que se produjeron.