Parece que la derecha cobarde, traidora y acomplejada, en lugar de luchar con todos los medios a su alcance -que no son pocos- contra quienes romper España desde la ilegalidad y mantienen un verdadero sistema de apartheid contra todo aquel que se siente y vive en español en Cataluña, ha decidido perseguir a LA FALANGE y ahora «insta a la policía a investigar amenazas de Falange contra los independentistas catalanes» por los discursos pronunciados el pasado 11 de septiembre en Madrid.
Ese día, los camaradas Manuel Andrino y Jesús Muñoz no hicieron otra cosa que repetir lo mismo que lleva denunciado LA FALANGE que estaba sucediendo en ESPAÑA desde ese periodo nefasto y oscuro llamado «transición», que nos ha llevado a esta situación de caos y de ruptura ante la mirada complacida y complaciente de esta casta corrupta de políticos que han estado mirando hacia otro lado mientras se fraguaba la traición a ESPAÑA.
Por supuesto, que si el Estado hace dejación de sus funciones, empezando por el gobierno y sus fuerzas armadas, incumpliendo el mandado incluso de los artículos de esa basura llamada constitución del 78, y no defienden la unidad e integridad territorial de España, los falangistas nos sentiremos totalmente legitimados -faltaría más- para cumplir el juramento hecho y la defenderemos hasta las últimas consecuencias. Eso que no lo dude nadie.
Mas le valdría a esta delegada del gobierno en Madrid que dejara sus estúpidos complejos de hija de falangista a un lado y no escondiera a su querido padre en baúl alguno. Porque su padre, Fernando Dancausa de Miguel, además de abogado fue profundamente falangista y alcalde de Burgos (1965-1973), y no entendería que su querida hija, que recibió su «desinformación» a costa del sueldo recibido de aquellos «cargos falangistas», se dedicara a la persecución de un puñado de españoles que todavía tienen algo de dignidad, mientras asistimos atónitos a espectáculos vergonzosos como el sucedido en el día de ayer en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona, donde fue retirada una bandera de España, como si de una vulgar gamuza se tratara, para no molestar a los que ondeaban esa basura llamada estelada.
Mas la valdría que instara a ese canalla llamado Rajoy a que actuara de una vez y no hiciera como en el referéndum del año pasado, donde estuvo desaparecido esperando «a ver qué pasaba».