Con la presencia del presidente de la Hermandad de la Vieja Guardia, camarada Carlos Batres y del Jefe Nacional de La Falange (FE) camarada Manuel Andrino, comenzó el acto de Homenaje a quienes dieron su vida por España aquel lejano mes de julio de 1936 en el Cuartel de la Montaña.
Y fueron precisamente ellos los encargados de depositar una corona de laurel en el monumento que alli se encuentra justo antes de que dos mujeres falangistas depositaran las cinco rosas que simbolizan el recuerdo a «nuestros mejores».
Nuestro camarada Juan Manuel Pozuelo, fue el encargado de presentar el acto y a los oradores que iban a tomar la palabra, además de agradecer la presencia de los dirigentes de otras organizaciones que allí se encontraban.
Después de leer la emotiva, sincera y grandiosa Oración por los Caídos de La Falange, tomó la palabra el camarada Félix Salmerón, Secretario Nacional de Asuntos Jurídicos, que hizo un paralelismo entre la situación que se vivía en España en aquellos años y lo que sucede en la actualidad con el auge de la extrema izquierda, el intento de borrar y cambiar la Historia que no les interesa, el desafío separatista que no encuentra respuesta alguna ni desde la derecha cobarde ni desde la izquierda traidora, sin olvidar la situación de injusticia social provocada por este capitalismo salvaje.
A continuación tomó la palabra el camarada Carlos Batres para de forma contundente, taxativa y sin concesiones, defender la memoria y lo que hicieron nuestros camaradas frente a la barbarie y la sinrazón que amenazaba con acabar con España en aquella funesta y nefasta II República, donde el asesinato y el atentado político por parte de socialistas, comunistas y anarquistas se cebó especialmente con los falangistas, empezando por JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA.
Finalizó el acto con el canto del CARA AL SOL y, para no variar, con la provocación habitual por parte de los policías alli presentes, cuyo mando se dirigió al camarada Carlos Batres para indicarle que en lo sucesivo evitáramos tener un servicio de orden de estilo «paramilitar», lo que provocó la reacción inmediata de nuestro Jefe Nacional y del Jefe Territorial de Madrid que le tuvieron que recordar que la camisa azul es una prenda legal, como cualquier otra, reconocida en los estatutos legalmente aprobados por el Ministerio del Interior y que la vestimos con orgullo y con decencia.
Está claro que el nivel educativo de este agente no daba para saber de historia o le mandaban ya con la «lección aprendida». Seguramente ahora estén mas agusto con los perro flautas y demás chusma que pulula sin ningún problema por las calles de España y a los que no osan molestar, por si acaso.
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Se nota que la nueva «comisaria política» que ha sentado sus reales en el Ayuntamiento de Madrid está haciendo con «diligencia» su trabajo, especialmente contra nosotros, lo que provoca que actos como el del homenaje a los Caídos en el Cuartel de la Montaña que organizó en el día de ayer la Hermandad Nacional de la Vieja Guardia junto a La Falange, contara con el doble de asistentes que por ejemplo el del año pasado.
Poco la importa las condiciones en que se encuentran miles de familias madrileñas que están con todos o con parte de sus miembros en el paro, sin poder llegar a final de mes con la ayuda de miseria que el Estado les facilita -cuando les facilita-, desahuciados de sus viviendas por no poder pagar la hipoteca el banco usurero de turno, y manteniendo a duras penas y de la caridad, a sus hijos.
Lo que le importa a esta comunista cercana a la «demencia senil» es el nombre «franquista» de las calles madrileñas, que como todo el mundo sabe, es lo que mas les preocupa a los millones de ciudadanos de la capital de España que tienen que sufrir las abusivas tasas municipales por basuras, tráfico, ibi, licencias, etc. recibiendo a cambio unos servicios municipales que dan verdadero asco, lo que ha convertido a Madrid en una de las grandes ciudades peor gestionadas con una deuda multimillonaria que acaso algún día terminen de pagos nuestros nietos.
Suponemos que como buena marxista, pretenderá igualarnos a todos en la miseria, para que seamos felices viviendo en la indigencia, y como además ya ha creado su propia agencia de «contra información» para corregir la desviación de los medios que critiquen a su equipo de gobierno, tendremos que decir lo que a ella le guste o … ya sabemos, seremos denunciados por la policía política (otra más) que vaya a crear al modo de los bolivarianos o de los castristas del otro lado del Atlántico.»