Hoy voy a invitarles a entrar en la web del Museo Nacional del Prado y a ver el texto con el que el museo presenta la serie de grabados «Los desastres de la Guerra», de Francisco de Goya.
Permítanme que les lea algunos párrafos:
«El 2 de mayo de 1808, grupos exaltados del pueblo de Madrid, instigado por sectores reaccionarios de la nobleza y la iglesia, se levantaron en armas contra las tropas napoleónicas.»
O sea, que según el Museo Nacional del Prado, Daoíz, Velarde o Manuela Malasaña, lejos de ser unos patriotas españoles que murieron luchando contra los ocupantes franceses, no eran sino unos ultras manipulados por obispos y marqueses fascistoides.
Sigo leyendo:
«La rebelión, extraordinariamente violenta, trajo como consecuencia una brutal represión».
Es decir, que si los franceses nos reprimieron fue porque esos ultras exaltados antes mencionados no solo se atrevieron a «rebelarse», sino que además eran muy violentos. Claro, en esas condiciones, ¿quién no reprimiría brutalmente a esos fachas?
Sigo leyendo:
«Entre el 15 de junio y el 14 de agosto de 1808, la ciudad [de Zaragoza] mandada por el general Palafox, sufrió un primer asedio que pudo resistir, sangrienta y quizá innecesariamente, a juzgar por las terribles consecuencias que supuso para su población.»
Vamos, que según el Museo del Prado, los zaragozanos fueron unas pobres víctimas del cretino de Palafox, que no dudó en sacrificar a la población sin motivo. Porque el resistir a los franceses, según el Museo del Prado, no era una «necesidad». ¡Fíjate qué estúpidos, tú, resistir tres meses a los franceses pudiendo haberse rendido desde el principio!
Sigo leyendo:
«Frente al comportamiento heroico de las mujeres en la defensa de sus vidas y las de sus hijos, otras veces nos encontramos [en los grabados de Goya] con rostros de patriotas que sintetizan la falta de juicio que conduce sus actos, en una imagen muy próxima a la del español que irracionalmente apuñala con reiteración al mameluco caído del lienzo del 2 de mayo.»
Más claro, agua: los patriotas adolecen de una falta de juicio que les lleva a agredir irracionalmente a los pobres mamelucos que habían llegado a España a librarnos del oscurantismo y la carcundia.
Sigo leyendo:
«Pero, al igual que el hombre, la mujer también asume el papel maléfico que responde a la falta de humanidad que rige las acciones de violencia irracional, brutal e innecesaria que el pueblo español ejerce sobre franceses y afrancesados. En el modo de grabar los rostros de este «populacho» está expresada la feroz crítica de Goya a este comportamiento nada ejemplar.»
Lo van ustedes comprendiendo, ¿verdad? Según el Museo Nacional del Prado, la violencia ejercida sobre el ejército ocupante francés y sobre los españoles que trabajaban contra su propio país fue irracional, brutal e innecesaria. Lo propio de un populacho inhumano, cuyo comportamiento no solo no es ejemplar, sino que incluso podría calificarse de maléfico.
Bueno, pues ya saben ustedes: a partir de ahora, nada de celebrar a los héroes del 2 de mayo, que no eran más que unos fachas sangrientos e irracionales, que asesinaban cruelmente a los pobres franceses que habían venido a sacar a España de su secular atraso.
O al menos eso es lo que dice, para que lo puedan leer visitantes de todo el mundo, la web oficial del Museo Nacional del Prado, que depende del Ministerio de Cultura dirigido por un tal José Ignacio Wert.
Permítanme que termine con una pregunta: ¿creen que en alguna otra nación del mundo se permitiría el gobierno insultar de esa forma, desde una web oficial, a los héroes de la independencia de su propio país?
Luis del Pino.
Fuente: https://laverdadofende.wordpress.com/2014/02/16/ese-populacho-fascista-del-2-de-mayo