Después de 12 años desde la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica, seguimos comprobando el odio y la necedad de los partidos adalides de la libertad y de la democracia que forman parte de esta basura de sistema.
Odio por aquellos que la promovieron, por el gobierno del PSOE, por ese infame presidente Rodríguez Zapatero, que fue el artífice de la misma.
Necedad por aquellos que, otra vez de vuelta en el gobierno, no tuvieron ni valor ni vergüenza en derogar dicha infamia, infamia que tergiversa la historia contando una mentira que se ha de entender como dogma por las generaciones actuales y venideras de españoles.
Odio, manipulación y hasta codicia de un miserable consistorio
Y es que en este sucio juego de intentar borrar del mapa todo vestigio que se refiera a los falangistas, PSOE y PP van de la mano.
Porque ambos son los partidos que gobiernan en el Ayuntamiento de Labajos y porque ambos son ejecutores y consentidores de cuantas sentencias, órdenes y desvaríos provengan de esa ley.
Porque ambos y sus actuales socios son los mismos a los que Onésimo combatió: socialistas, marxistas y burgueses.
Y porque, finalmente, su objetivo es común: Enfrentar a los españoles y destruir nuestra Nación.
Primero quitan el yugo y las flechas, más tarde irán a por la cruz y a por el monumento entero, porque de eso se trata, eliminar los símbolos, la cristiandad y la historia de un joven castellano valeroso que dio su más preciado bien, la vida, por Dios y por España.
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- Imagen del monumento hasta ayer
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- Después de arrancar sus escudos
? Y Onésimo, ¿qué?, Onésimo nos demanda desde su lucero que luchemos, que no permanezcamos entregados fríamente a nuestros intereses propios, que defendamos lo nuestro y no a intereses políticos.
Por esa demanda tenemos que luchar los falangistas, por esa demanda debemos seguir su ejemplo, porque el día de luchar ya ha llegado.
“…el día de luchar en vanguardia contra los sucios mentirosos, defraudadores y tragones que especulan con las sociedades obreras, que envenenan el aire nacional con salvajes supercherías y que no duermen con el apetito de desencadenar la guerra civil como represalia de su derrota.”
Onésimo Redondo ¡¡PRESENTE!!
