El pasado domingo se celebraron varias manifestaciones con carácter unitario a las que acudieron, fundamentalmente en Madrid, miles de patriotas. Personas de muy diversas tendencias y sensibilidades dentro del patriotismo social, representantes de todo tipo de organizaciones y muchos ciudadanos sin filiación política decidieron participar unidos, sin más, por la bandera de España y la defensa de la Unidad Nacional.
La convocatoria tenía por objeto exigir la libre absolución de los 14 militantes nacionales que en 2013 llevaron a cabo un acto de defensa de la Unidad Nacional frente a representantes sediciosos del Gobierno de la Generalitat en la librería Blanquerna. Cabe recordar que aquella jornada estaba dedicada por los prebostes catalanes a promocionar un referendum separtista declarado ilegal.
Diferentes ciudades europeas se hicieron eco de la convocatoria. Se recibieron muestras de solidaridad por parte de grupos de nacionalistas que celebraron manifestaciones ante embajadas y consulados españoles.
También Barcelona reclamó la absolución de los 14 de Blanquerna. Hasta allí se desplazó el Secretario Nacional de Comunicación e Imagen de La Falange, Sergio Reguilón, condenado también en esta causa por el Supremo. Reguilón quiso agradecer las muestras de cariño y consideración que mostraron los allí presentes y hacer ver a los buenos amigos catalanes que somos partícipes de la no fácil tarea que supone llevar la llama de la hispanidad bien alta en los feudos separatistas.
En Madrid, la manifestación recorrió la pequeña distancia que separa la Puerta del Sol de la calle Alcala 44. Allí, de nuevo frente a la librería Blanquerna, esa sede oficiosa de la Generalitat que los separatistas consideran una suerte de «embajada», tomaron la palabra dos encusados: Jose Pedro Cruz y Pedro Chaparro. Pero en esta ocasión lo hicieron rodeados y arropados por miles de personas.
En sus discursos ofrecieron el testimonio de compromiso e indignación frente al atropello, en la misma linea que La Falange ha plasmado en su comunicado respecto a la sentencia. Les siguió Jesús Muñoz, Jefe de Prensa del Sindicato TNS para dejar claro que todo esto no es cosa sólo 14 personas.
La brutal e injusta sentencia política del Tribunal Supremo contra los 14 de Blanquerna pretende encarcelar a cargos muy importantes de La Falange. Por encima de eso son personas honradas, nuestros amigos y camaradas a los que roban sus vidas, familias y trabajos.
Más allá de las cifras, las banderas, discursos o el propio desarrollo de los actos, lo importante en este caso son las conclusiones profundas que todos los españoles debemos extraer. La primera es que cualquiera puede ser sometido al rodillo del poder arbitrario de la partitocracia, que ha sometido a la justicia. La segunda es que al no caber ninguna esperanza en el sistema ni en sus representantes, sólo la reacción ciudadana puede salvar la unidad de la nación y los principios más elementales de nuestra civilización.
La reacción unitaria de los patriotas ha atemorizado tanto a los enemigos de España que han tenido que mandarnos a sus ridículos espías.
Queda claro pues que el camino está muy bien marcado. Ante cada amenaza se nos exige responder con más fuerza y más firmeza en la defensa de España y de nuestros principios. Blanquerna se convertirá en la china de su zapato, el símbolo de un tiro que les salió por la culata y que no olvidarán nunca.
¡Por la Unidad Nacional!
¡Blanquerna Absolución!
¡Catalanidad es Hispanidad!