El pasado sábado, una delegación de la Junta Nacional de La Falange (FE) encabezada por su Jefe Nacional y por su Secretario General, se acercaron, tras la inauguración de la Sede Territorial en Murcia, hasta la localidad alicantina de Denia para mostrar su respeto, admiración y reconocimiento a quien fuera el II Jefe Nacional de la Falange, camarada MANUEL HEDILLA LARREY, quién se encuentra enterrado en el cementerio municipal de dicha localidad.
Junto a la lápida donde se hayan sus restos y los de su segunda mujer, fallecida hace poco más de un año, se depositaron CINCO ROSAS rojas y se rezó un Padre Nuestro y un Ave María.
Objeto de manipulación, controversia y discusiones generalmente estúpidas, la figura de nuestro segundo «Jefe» no puede ni debe ser JAMÁS olvidada, y aunque en su lapida no se haga referencia alguna a su figura y a lo que representó estando al mando de miles de hombres en plena Guerra Civil cuando la Falange estaba descabezada, los falangistas que nos sentimos como tal, no permitiremos que caiga en el olvido.
Todavía nos recuerda precisamente el camarada Manuel Andrino, cuando en aquellos lejanos años de principio de los 80 era el Jefe de la Centuria Manuel Hedilla de FF.JJ.E. y cómo se le dio el nombre a la Jefatura de Distrito de Carabanchel (Madrid), porque precisamente era de las más combativas y militantes, y representaba la «pureza» ideológica frente a «franquistas» y «auténticos» en un debate que a día de hoy parece estéril y hasta imbécil.