En vísperas del así denominado “referéndum”, que no fue otra cosa que un Golpe de Estado encubierto y disfrazado de formas democráticas, miles de patriotas inundamos el centro de Barcelona el pasado 30 de septiembre. Con nuestro Jefe Nacional a la cabeza, los militantes de La Falange acudimos en defensa de la verdadera Cataluña y de la unidad de la Patria.
Vía Layetana quedó inundada por los colores rojo y gualda de miles de catalanes, que ese día dejaron el miedo en sus casas para alzar la Bandera de España públicamente. Y cómo siempre que el pueblo se rebela frente a los malos gobernantes, esa impotencia estalló en forma de gritos coreados unánimemente como: “Puigdemont a prisión” o “Rajoy, traidor, defiende tu Nación”. La Falange siempre lo ha denunciado y ahora resulta evidente no sólo a los que desde los comienzos nos opusimos a este Régimen, sino también a aquellos que desde sus casas creían que la unidad de la Patria quedaba garantizada “in aeternum” por una Constitución creada para dinamitar la esencia de España, y que ahora se demuestra incapaz e impotente de aplicarse ante una Generalidad sediciosa.
De Vía Layetana subimos a Plaza San Jaime, glorioso Patrón de España, a quien honramos con nuestra presencia allí. Plaza que es a la vez sede de la Generalidad de Cataluña y sede del Ayuntamiento de Barcelona. ¡Cuánta basura junta! Esperamos pronto ver de nuevo la misma plaza desbordada por los patriotas que no van a dejar el futuro de Cataluña, y por ende de España, en mano de los separatistas.
Hubo que ocupar las calles adyacentes. Cayeron pancartas gigantes independentistas colgadas en los terrados de los edificios, gracias a la mejor juventud española; y asimismo algún furgón de los Mossos d’Esquadra (los mamporreros del Golpe) terminó repleto de adhesivos con la Bandera Nacional, no sin el forcejeo con el mozo de turno.
Así reacciona Cataluña, cuando hastiada del asedio independentista y abandonada por el Gobierno Central termina explotando en muestras de patriotismo como la que vivimos el pasado sábado, pese al silencio de los medios y la ausencia de los partidos políticos del sistema. No se preocupen, ni estuvieron ni los necesitamos. Pero La Falange allí estará dónde haya un puñado de patriotas dispuestos a defender a su Nación, aunque nos vaya la vida en el intento.
¡Visca Catalunya espanyola!
¡Arriba España!