Carlos Rodriguez, Jefe Nacional del sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas

«Apártate de mi Sol«: Estas fueron las palabras que Diógenes Laercio dirigió a Alejandro Magno cuando el macedonio se acercó a la cueva donde vivía para agradar al sabio con lo que más deseara.

Nos tienen apresados bajo amenaza de multa porque el sistema ha inventado un nuevo delito, la insolidaridad. Del artículo 25 de la constitución de 1978 «nadie puede ser sancionado por acción u omisión que en el momento de producirse no constituya delito«. Si salimos a la calle sin  que sea para comprar alimentos, fármacos y poco más, nos lo recriminan y si por el camino saludamos a algún conocido viene la «Stasi» y nos multa. Nos prohíben el Sol y el aire bajo la amenaza de multa por insolidaridad ¿Desde cuándo ser insolidario es delito?

Sol y aire poco, pero propaganda favorable a los dueños del cambio climático toda la que quieran y más.

«Juntos podremos con el virus», «juntos saldremos», «sí se puede» al más puro estilo podemoso… Juntos y juntos.

Ahora todos juntos, pero ¿qué pasa con los separatistas? ¿Nos tenemos que juntar también con ellos?

No hay nada más insolidario que el separatismo, pero este crimen contra la Patria no constituye delito solidario.

¿Cómo vamos a estar juntos si los ancianos mueren en soledad, a nuestros enfermos los aíslan y a los demás nos condenan a arresto domiciliario?

¡Menos «juntos» y más UNIDAD!

Juntos y solidarios nos citan cada día a las 8 en punto de la tarde para hacer de palmeros en las ventanas. Luego, todos para adentro a aguantar a los pedantes de los medios de intoxicación audiovisual, donde los charlatanes mandan hipócritas elogios a favor de la docilidad de una gente que vive resignada a ser solidaria forzosa con los que les someten. La hipócrita sofisticación humanística ha salido al escenario del teatro progre. ¡Cómo nos queremos! viva la kermés democrática.

Los amos están contentos, los siervos se creen cojonudos por dar palmas sacando la cabeza por las ventanas a imagen de un reloj de cuco, olvidando que esa misma gente con sus papeletas ha colocado en el gobierno a la mayor gentuza que ha parido madre. Estupidez de un pueblo que purga sus torpezas en los balcones para luego sentirse muy solidario bailoteando como vicetiples el «resistiré», mientras los sanitarios enferman y hasta mueren por no tener ni unos míseros equipos de prevención de riesgos laborales.

Estaremos juntos, sí. Seremos solidarios, sí. Nos quedaremos en casa, sí. Pero, por favor, no nos castiguen con los informativos gubernamentales y sus cuadrillas de cómicos con don Simón al frente, luciendo su permanente falta de aseo, ese que ha debido vencer a la enfermedad porque da asco hasta a los mismos virus.

Según se ha sabido, algún miembro del gobierno, entre ellos el buey ministro de cultura pertenece a una asociación o club filomasón donde consideran: «que el coronavirus es un buen momento para abolir la familia«. Esto aumentaría las sospechas sobre la intencionalidad de la fuga del virus.

Hablando de familia, cuando se incorporen juntos las mamás y papás a los trabajos, si siguen cerrados los colegios y guarderías ¿Quién va a cuidar de los niños? ¿Los abuelos para que corran el riesgo de infectarse y quitarlos de en medio? Una cosa es querer abolir la familia y otra es exterminarla.

A todo esto, con miles de muertos y millones de parados como testigos, una ministra que quiere llegar a su casa «sola y borracha» nos ha obsequiado con una grotesca rueda informativa, que entre alharacas y risotadas, ha dado una lección magistral, versión infantil, sobre los ERTEs.

Desde ese momento, los niños ya no temen al coco, la ministrola le ha quitado el puesto, aquí no se libra del paro ni el coco.

?DEMOCRACIA, ¡APÁRTATE DE MI SOL!

?Carlos Rodríguez
Jefe Nacional del sindicato T.N.S.

#VolveráaReírLaPrimavera