Ni el recuerdo de las 16 víctimas de los atentados yihadistas del año pasado en Cataluña consigue, ya no evitar, tan siquiera aplazar las pugnas partidistas que nos ahogan en un vergonzoso mar de ineficacia. Ni la espeluznante imagen de Julian Cadman muerto en Las Ramblas con tan solo 7 años, ni los centenares de heridos entre los que se encuentran trabajadores, turistas, mujeres y niños,… Nada tiene la suficiente fuerza para contrarrestar un sistema político que se basa en el enfrentamiento de partes interesadas, en sus campañas publicitarias, postureos y falsas promesas para ganar voluntades; A un sistema mediático basado en el sensacionalismo y cómplice de alguna de las partes; O a un sistema policial de cuerpos que se reservan informaciones vitales o ignoran a los que tienen una larga experiencia antiterrorista.

Mientras, el espectáculo de estos días está en saber cómo se va a recibir al Borbón, si colocarán lazos amarillos, si estos o aquellos hacen un homenaje independiente; Nos enteramos de la desleal e ineficaz actuación de los Mossos, pero también de jueces,… Y todos los informativos y tertulianos fijándose en lo anecdótico para no salir del pensamiento único de lo políticamente correcto.

Tantos discursos y tantos esfuerzos para no afrontar ningún cambio que evite nuevos atentados, que permita controlar las mezquitas, que se regulen efectivamente nuestras fronteras o que dejemos de mantener con nuestros impuestos a terroristas, delincuentes, traficantes o violadores. Y para que las víctimas se sigan sintiendo abandonadas y utilizadas.

No hay sistema que malgaste más el esfuerzo de los gobernantes que el que padecemos, además de instaurar un régimen político basado en la pugna estéril y artificial que hace que nada cambie.

Estos días recordamos a las víctimas inocentes del islamismo radical y lanzamos nuestras oraciones por su descanso y para mitigar el sufrimiento de familiares y heridos. Y seguimos anhelando -y trabajando- para conquistar una nueva España que supere el enfrentamiento de clase o partido para avanzar unidos frente a retos tan dolorosos como el del terrorismo.

Otra España no sólo es posible, es necesaria.

#SomosLaFalange

#VuelveAcreer