Viven hacinados en madrigueras pestilentes en las que se alimentan, se emporran y esparcen sus detritus. Su pelaje está mugriento, su apariencia externa es repugnante. Son peligrosos para otros y atacan en grupo a cualquiera que, por no llevar la mugre por enseña, no reconozcan como de los suyos.

Podríamos estar refiriéndonos a las ratas, esos roedores tan abundantes en alcantarillas y otros habitáculos asquerosos, pero NO, la de arriba es una perfecta descripción de ese colectivo que llaman “movimiento okupa” o algo así.

Pues bien, de uno de esos antros de podredumbre física y moral han salido los asesinos brutales de un español, legionario y falangista, un hombretón que llevaba con orgullo la Bandera de España. Atacado por la espalda, machacado y reventado el cráneo con una barra metálica, pisoteado luego por estos cobardes asesinos. No tuvo ninguna oportunidad de defenderse, absolutamente ninguna. Es más, como corresponde a su calaña, estos matones se recrearon en la sangre de un español de bien que agonizaba en la acera de una calle de Zaragoza.

No hay ni comparaciones ni atenuantes que hacer, los asesinos claramente son de ultra izquierda, o lo que es lo mismo, la mano ejecutora de un sistema al que los “demócratas”, no se sabe si por maldad o por ignorancia defienden. Pero hay que ser muy imbécil o muy malo para defender por encima de todo al “régimen” derivado de la nefasta constitución del 78. La maldita constitución hecha por traidores, arrepentidos acomplejados y anti españoles. Y con la supervisión del mayor traidor el “reino”, por supuesto.

Estos defensores de lo políticamente correcto hoy en día querrían impedir que los falangistas rindan homenaje a una víctima de este puñetero régimen. Van listos, los falangistas ni retroceden ni se callan ni tienen miedo. Los falangistas dan la cara, luchan y están dispuestos a dar la vida en defensa de la sagrada Unidad de La Patria. Los falangistas saben mucho de asesinados por el odio izquierdista en los Luceros están los mejores, los camaradas asesinados, muchos de ellos también por la espalda, para dar testimonio de valor, de honor y de dignidad.

Los habitantes de estas madrigueras ultraizquierdistas, que tanto agradan a formaciones tan repugnantes como ellos mismos, del tipo podemos, Bildu, CUP, etc… no tienen ni idea de lo que es el valor ni el honor: atacan a traición y siempre en grupo, por la espalda y les gusta derramar la sangre española. Siempre ha sido así y si no lo impedimos, siempre lo será.

Pero NO SON RATAS, son “humanos” en su expresión más degradada y degradante. Son los mimados del sistema criminal que los mantiene, que fomenta su odio y alienta su maldad.

No suelen andar a cuatro patas por eso se les confunde a veces con personas, pero no lo son, aunque anden y hablen como si lo fuesen, hasta eso quieren hacernos creer, pero los falangistas no se dejan engañar, es más, saben cuál es el método para acabar con esta plaga repugnante.

¡CAMARADA VÍCTOR LAÍNEZ!

¡PRESENTE!