Las Juventudes de La Falange le han devuelto la dignidad a este recuerdo a Onésimo Redondo, uno de nuestros fundadores, en el mes en el que se cumplirán 78 años de su asesinato a manos de la CNT.
Los cachorros del sistema, con sus actos vandálicos, no respetan ni a muertos ni a vivos y en este caso como en tantos otros, habían dejado su huella gamberra manchado el recuerdo al Caudillo de Castilla, seguramente para recordar a sus protectores que sigue habiendo «monumentos fascistas».
Esos protectores no son otros, que los politicastros que nos desgobiernan, da igual si desde la derecha o desde la izquierda memocrática, todos ellos no son sino garantes de esa ley de memoria histérica, que únicamente reconoce como víctimas de la guerra civil española, a los del bando que propició su desencadenamiento.