La renta básica es necesaria, pero no con carácter universal. Sólo los perjudicados deben tener derecho a ella. Para los ociosos, nada de nada. Lo contrario sería la legalización de la holgazanería remunerada y traería la quiebra del Estado.

Con la economía estancada y con el incremento del gasto público, aumentaría aun más el descomunal déficit del estado.

Subirán los impuestos sobre las rentas. Disminuirá el poder adquisitivo y por tanto, el consumo. Subirán los precios y el correspondiente IVA. La inflación -que es un impuesto disimulado sobre las nóminas- será galopante.

Aumentará el desempleo. Los trabajos de baja remuneración (casi todos), serán rechazados al emparejarse la cuantía de sus nóminas con las de la renta básica.

Una renta universal acoge a todos, no sólo a los parados, ello dará lugar a la llegada de gentes en oleadas, atraídas en el extranjero por la golosina de vivir del cuento, lo que, además de la citada quiebra de Estado, traerá una crisis social con auténticas batallas urbanas y un feroz aumento de la delincuencia.

La falta de dinero hará que las manidas rentas se paguen en productos básicos, que serán controlados por el partido gubernamental. En ese momento nacerá la cartilla de racionamiento.

«Conservaremos el Estado mientras dure la revolución del proletariado hasta acabar con los burgueses; una vez hayamos acabado con ellos, aboliremos el Estado»-Lenin-. El Estado será sustituido por el partido y la necesidad dará lugar a que los ahorros y los bienes particulares sean canjeados también por bienes de primera necesidad. Ya no harán falta las expropiaciones forzosas, el hambre facilitará «el progreso» hacía el comunismo -este es el auténtico significado de la palabra progresismo para ellos-.

Los métodos del sionismo marxista son los mismos que los del sionismo liberal para lograr también los mismos objetivos: para el marxismo, la mundialización; para el liberalismo,  la globalización; Y para la masonería, el nuevo orden mundial. No sería de extrañar que el «Estado de Alerta» actual  diera paso al de «Excepción» y, si es necesario, al de «Sitio». No hay peor Estado de Sitio que el de estar sitiados por el hambre. El hambre hará que el capital tenga todo el derecho sobre el trabajo -capitalismo liberal- y que ejerza toda autoridad sobre la persona -capitalismo marxista-. El liberalismo utiliza al hombre y el marxismo le anula.

Para implantar sus dominios, del mismo modo que el partido único (marxismo) o sistema financiero (liberalismo), la revolución es desplazada por el hambre, la guerra por la democracia y la dictadura mundial por el voto cautivo. De esta forma siempre tendrán como excusa el plebiscito de la soberanía popular.

Tampoco sería de extrañar que intenten asociar la pandemia con esa idiotez que es la responsabilidad humana en el cambio climático.

?EL MARXISMO LLEVA EL HAMBRE AL HOMBRE.

?EL LIBERALISMO LLEVA AL HOMBRE AL HAMBRE.

#VolveráaReírLaPrimavera