El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría dice, en el video seguidamente reproducido, auténticas barbaridades… desde el punto de vista de lo políticamente correcto:
«Quiero dejar muy claro desde el principio que la única forma de entrar en Hungría es de la manera legal: a través de las aduanas y con la adecuada documentación durante las horas de apertura de las mismas. Últimamente existe la moda de considerar la inmigración como algo fabuloso, como lo mejor que le puede pasar a cualquier país; que la inmigración, por definición, es buena. No estamos de acuerdo con eso: la inmigración implica un riesgo para la seguridad nacional. La migración no es un derecho humano fundamental. Tú no puedes considerar el hecho de escoger un lugar en el mapa en el que te gustaría vivir e irte a vivir allí, como un derecho humano fundamental. No aceptamos ninguna clase de cuotas inmigratorias. No queremos abandonar la Unión Europa. Nuestro lugar está en la UE. Sólo queremos que la UE recupere la sensatez. Hungría está sufriendo una presión muy fuerte por parte de la UE para aceptar cuotas inmigratorias, pero nos estamos haciéndonos fuertes junto a Chequia, Eslovaquia y Polonia (N. del T.: habría que añadir a Italia, últimamente) Nunca abandonaremos nuestro derecho a hacer nuestra propia política inmigratoria y a proteger nuestras fronteras.
El sistema de cuotas está siendo interpretado por los inmigrantes como una invitación a venir. Piensan que una vez que pisen un país de la UE serán distribuidos entre los diversos países. No nos gusta la pretensión de George Soros de cambiar el componente genético, cultural y religioso de la población europea y acabar con el Estado–nación. El magnate norteamericano ha dejado muy claro que quiere echar al Gobierno húngaro, legítimamente electo, así que ¿por qué no vamos a frenar sus ONGs? Hungría es un país cristiano, y ayudamos a nuestros hermanos cristianos en peligro fuera de Europa. Les donamos generosas ayudas para que construyan hospitales, escuelas, etc. Si no les protegemos nosotros, ¿Quiénes les van a proteger? Nuestro compromiso es con las comunidades cristianas. Caracterizar a nuestro primer ministro Viktor Orban de dictador es inaceptable y absurdo: ha ganado las elecciones cuatro veces y las ha perdido otras cuatro.»
Alguno de los comentarios dejados al pie de este vídeo dice agudamente lo siguiente:
«Si la migración fuese un derecho humano fundamental, eso significaría que no había nada malo en el colonialismo. la inmigración que vemos hoy no es muy diferente del colonialismo del pasado. Los migrantes, básicamente, se fuerzan a sí mismos en un territorio ajeno, y empiezan a exigir cosas de ese territorio. Si son complacidos, continúan con las exigencias, y si no lo son, se comportan como si estuvieran sufriendo una injusticia (…) En Europa estamos viendo la persecución de la población autóctona con crímenes y terrorismo junto a una gran intolerancia la cultura y los valores de la población nativa.»
Cosme de las Heras
Fuente: https://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=6088