Este año, la Hermandad de Labradores de Lorca, conocida popularmente
como Paso Azul, ha organizado multitud de actos para celebrar el 75
aniversario de la “llegada de la Virgen de los Dolores” a la ciudad.
Por un lado se conmemora la restitución de su culto en esta población,
que tiene un lugar principal en el corazón de la mitad de los lorquinos,
y por otro, la incorporación al patrimonio de la Hermandad, de la
ciudad, y de toda la región, de una maravillosa obra de arte y ambas
circunstancias se daban por motivos, que no parece que se hayan
recordado con suficiente difusión.
Por tanto y en esta publicación, nuestra Jefatura recuerda que la imagen
anterior, junto con casi todo el patrimonio artístico y religioso de la
Hermandad de Labradores, del resto de hermandades de Lorca, y de todas
las demás instituciones religiosas fue destruida intencionadamente por
odio. Odio a la Religión Católica, como esencia espiritual, moral y
cultural de España, que buscaba con la destrucción física de sus
elementos materiales, borrarla de España, practicada, entre otras
milicias, por las del PSOE, las del PCE y las de la CNT.
Pero esa furia antirreligiosa no se quedó en la destrucción de imágenes
y templos.
También se dedicó, de manera sistemática y exhaustiva, al asesinato, no
sólo de sus adversarios políticos, sino también de cuantos religiosos y
fieles católicos cayeron e n sus manos. Así, sólo en Lorca, y hasta la
fecha, la Iglesia ha reconocido como Mártires, asesinados por odio a la
fe, a Esteban Anunciba y Letona, José María Cánovas Martínez, Crisógono
Cordero Fernández, Modesto Sáez Manzanares, Lorenzo Moreno Nicolás,
Germán García García y a Emilio Martínez de la Pera y Álava. También
durante los años del terror rojo en Lorca fueron asesinados los
sacerdotes Ginés Hurtado Lorente y Fulgencio Martínez García el 4 de
octubre de 1936, y Antonio Serra Martínez, el 23 del mismo mes.
Y también indicamos desde la Falange, que el fin de tan terrible
persecución religiosa y la recuperación material del patrimonio de la
Hermandad de Labradores, y del resto de instituciones religiosas, fue
posible gracias a la victoria de las armas del bando Nacional en nuestra
Guerra Civil, en la que combatieron y dieron su vida no pocos
falangistas.
Hoy en día, sin embargo, son los herederos ideológicos de aquellas
bandas de asesinos y saqueadores del patrimonio lorquino, cuya
restitución ahora se celebra, los que han impuesto una ley para prohibir
homenajes a quienes liberaron España de aquellos años de asesinatos y
terror, la infausta Ley de Memoria Histórica.
Por todo esto y en el dia de ayer, un grupo de camaradas lorquinos
realizaron una campaña informativa en Lorca. En ella, pegaron carteles
explicativos de todo lo narrado, facilitando así a los vecinos de esta
ciudad el acceso a unos hechos que tanto han silenciado los apesebrados
medios de comunicación locales y regionales que persiguen ser
“políticamente correctos”.