Intervención de Jesús Muñoz el pasado 17 abril en Radio Inter, cuyo tema a debatir era el siguiente: ¿Cree usted que los últimos casos de corrupción demuestran que la sociedad está corrompida en su conjunto?
***
Sí lo creo porque la corrupción es algo intrínseco de este sistema relativista al que llaman democracia, y, que debe serlo, ya que ninguna institución o país democrático le niega esta denominación, de hecho, la corrupción, y no hablo sólo de meter la mano en la caja ajena o en la caja de todos, hablo de la corrupción moral, es una herramienta democrática para conseguir sus fines.
Prácticamente a diario oímos a los españoles quejarse y quejarse, pero poco más, tras los tristemente habituales e innumerables casos de corrupción que siguen apareciendo en España, de hecho en esta semana los hemos tenido de personas, partidos e instituciones de todos los colores, y se ha vuelto a demostrar que ningún caso de corrupción deja de ser noticia porque se haga justicia, sino porque lo silencia otro caso peor y mayor o que conviene sacar más que otros.
Podría pasarme todo el programa enumerando casos de corrupción que hemos sufrido en este régimen, durante cuatro décadas en todas las instituciones llamadas democráticas, y podría además demostrar como casi todos estos casos se han cerrado sin detenciones, sin cárcel y sin devolver el dinero robado o malversado, y como, ineludiblemente, cada caso de corrupción ha ido tapando al anterior hasta que otro nuevo caso sepultaba al penúltimo y así hasta al infinito. Pero siendo esto justo, e incluso necesario, no iría al fondo de la cuestión.
Así que me gustaría analizar este fenómeno de la corrupción desde lo particular a lo general y recordar, como he dicho otras veces, porque en España la corrupción es algo endémico, generalizado e intrínseco a este régimen y, sobre todo, como han logrado que este sistema engorde, engorde y engorde como un globo, en defectos, pero que nunca llegue a estallar.
Fue nuestra gran psicóloga Pilar Muñoz la primera persona a la que le escuché utilizar el término “proyecto de ingeniería social”, para explicar lo que nos han hecho tanto en este tema con en otros tantos que consiste en que a la vez que se cometen injusticias que benefician al sistema, se van transformando las mentes de la inmensa mayoría de las personas para que toleren estas injusticias e, incluso, se crea una imagen aceptable de los criminales sea cual sea el crimen que defienda el sistema en ese momento: Primero no son tan malos, luego son aceptables y terminan siendo incluso héroes los corruptos, los separatistas, los perjuros, los traidores, los terroristas, los hipócritas, los abortistas, los violadores, mientras que se presentan como los malos de la película, ¿a quién? pues a los que criticamos ese crimen, sobre todo si lo relacionamos con el sistema que lo genera. Vamos que los malos seguimos siendo aquellos a los que el régimen llama “los fascistas”.
Es decir, este régimen, donde los partidos políticos son un claro exponente del mismo, pero no el único, genera corrupción para enriquecerse a sí mismo, a la vez que trabaja para que las generaciones posteriores de españoles sean más corruptas y más tolerantes con la corrupción que las actuales, y así se garantizan el futuro.
Pero por supuesto, esto no es obra exclusivamente de un partido político, ni siquiera sólo de los políticos, en este montón de mierda retozan gozosos por igual casi todos los jueces y fiscales, casi todos los periodistas, casi todos los sindicatos (por eso creamos en su día el Sindicato TNS) y todas las instituciones parásitas que viven a nuestra costa, incluida la corona, y, evidentemente, también lo hace el pueblo español que al parecer está encantado con las salpicaduras de ese retozar de todo el sistema en el estiércol.
Y a ese pueblo me dirijo, ¿qué más os tienen que hacer para que reaccionéis?, ¿cuánto más vais a aguantar? Criticáis en casa o incluso en los medios de comunicación a los corruptos, algunos desgraciadamente haciendo uso de la conocida cantinela del “y tu más” del partido ajeno, mientras esos corruptos os suben los impuestos, os recortan prestaciones sociales y laborales, os abandonan a vuestra suerte, suerte que para algunos empieza a ser miserable, os dejan sin Patria, sin justicia y ahora sin pan. Y yo os pregunto, ¿os molestáis vosotros en luchar contra esto que no os gusta, a la vez que os está empobreciendo, arrebatando la Patria y eliminando la Justicia?, ¿sois acaso mejores que aquellos a los que criticáis?.
Criticamos la acción del enemigo mientras le dejamos avanzar pensando que exclusivamente con nuestra crítica les vamos a detener o a derrotar. Llevamos muchas décadas retrocediendo en virtudes, en principios, en moral y en ética y sufriendo, por tanto, sus consecuencias sociales, económicas, políticas y personales, y seguimos pensando que el enemigo va a dejar de avanzar y conseguir objetivos simplemente porque los que tenemos los ojos abiertos a la realidad nos quejamos de forma más o menos educada y, sobre todo, muy democráticamente, de lo malos que son los otros. Así nos va.
No es que este sistema tenga fallos, es que el fallo es este sistema, No es que en este sistema haya corrupción, es que este sistema es “La Corrupción”, y los que lo toleran son tan corruptos o más que los políticos, y, por supuesto, más tontos, ya que los políticos y demás demócratas vividores se lo llevan calentito de los bolsillos de sus votantes, esos votantes que dicen aquello de “todos son iguales” pero que luego votan a “sus” iguales, que, sin embargo, no les reparten ni las migajas de sus latrocinios.
Es decir, mayoritariamente tenemos unos políticos corruptos y listos y un pueblo mayoritariamente corrupto y tonto. ¡Menuda mezcla! Y por eso nos pasa lo que nos pasa.
Más información en https://www.sindicatotns.es/index.php?option=com_content&view=article&id=461:la-corrupci