Un año más los falangistas asistimos como invitados de honor, al emotivo recuerdo a los caídos italianos en la guerra civil española, que organiza la Asociación Nacional de Combatientes Italianos en España (A.N.C.I.S) en la capital maña.

Como todos los años la víspera, se organiza una cena de hermandad, donde transcurren estupendos momentos de camaradería.

La novedad de este año estribó en la conferencia organizada por La Falange en las dependencias del Hogar Nacional Sindicalista de Zaragoza, donde se habilitó un espacio para que miembros de A.N.C.I.S relatasen sus experiencias como hijos de combatientes italianos caídos en España.
La celebración de la conferencia estaba prevista en una de las salas del centro cívico del barrio de San José, bajo el título «Voluntarios Italianos en la Guerra», pero el concejal de distrito del Barrio, el comunista de Izquierda Unida Pablo Muñoz, lo desautorizó al considerarlo «inapropiado», en  un claro gesto democrático, a pesar de que en su propio perfil de Facebook, llama a la desobediencia a los que prohíben (Puro cinismo político).




Ayer domingo, día del acto litúrgico, ondearon al unísono nuestras históricas banderas.
Tras la homilía, se plantaron en los jardines del Sacrario Militare Italiano, dos laureles en la tierra española «regada por la sangre de nuestros compatriotas italianos», palabras textuales de Juan Carlos Gentile (secretario nacional de A.N.C.I.S).
El acto se vio momentáneamente  interrumpido, por las faltas de respeto de una «tolerante», otro ejemplo más de la falsedad de los que defienden la libertad de expresión en nombre de ésta su democracia.



Acto seguido se ofrecieron las coronas de laurel de A.N.C.I.S, de La Falange y de la embajada italiana, a los caídos sepultados en la cripta de la torre de San Antonio de Padua, donde se entonaron al finalizar el acto, el Giovinezza  y el Cara al Sol.


Todo el acto fue presidido por autoridades militares y de orden público y el embajador italiano, pero no por el cónsul italiano, quien un año más, envió a su segundo y no asistió. De nuevo, un insulto más, a la memoria de sus compatriotas, enviados desde Italia a luchar y a morir, y cuyas vidas no merecen a algunos reconocimiento alguno. También nosotros nos sentimos ofendidos, al interpretar el gesto como un menosprecio a nuestro esfuerzo y dedicación para con los suyos.

Al finalizar el acto, A.N.C.I.S obsequió al párroco con una placa de agradecimiento, a la hermandad de caballeros legionarios con una metopa y a La Falange con la bandera histórica de la República Social Italiana.
La Jefatura Zaragozana de La Falange, hizo entrega a su vez a nuestros camaradas italianos de un CD con canciones Italo-Españolas, un antiguo ejemplar con discursos de nuestro fundador y dos manuales tácticos del ejército español de los años cincuenta.

Con la promesa de volver a vernos muy pronto, y agradeciendo su presencia en tierras españolas, nos despedimos de nuestros camaradas italianos.

Caídos italianos por Dios y por España
¡PRESENTES!

¡ARRIBA ESPAÑA!                        ¡ARRIBA ITALIA!