Como no, un año más, con el beneplácito, y las alabanzas de la mayoría, y por supuesto, las cuantiosas subvenciones de instituciones que pagamos todos, estamos padeciendo en las calles de Madrid una de las muestras más claras, más tristes de lo bien que lo han hecho los enemigos del ser humano, de la persona y su dignidad.
Por supuesto me refiero al espectáculo que llaman «orgullo».
Una sociedad tiene que estar muy bien amaestrada para no solo admitir sino también celebrar algo así. Y así es, la sociedad está perfectamente reblandecida, moldeable, sin nervio, sin espíritu.
El PLAN lleva años dando sus podridos frutos, frutos de muchos colores pero letales.
Manipulan la conciencia de los más pequeños para crear degenerados en un futuro. Para esto, por lo visto, no existe el defensor del menor.
Lo esencial fue en un principio manipular a los más manipulables, los niños. La educación se dejó contagiar del virus del liberalismo y del relativismo, el todo vale, cualquier cosa, cualquier manera de ver la vida y de vivirla es una opción posible y válida. A la vez, se atacó desde la raíz a la familia tradicional basada en el matrimonio bendecido por Dios. Lo mismo, todo tipo de «familia» cualquier unión antinatural es una opción válida. Lo prioritario es que El PLAN se cumpla, que se cumplan sus directrices. y vaya si se están cumpliendo. Los modelos sociales actuales son los ejemplos de la manipulación y degeneración más profunda.
Si un niño aparece con sus padres es una acto Falangista, en el que se habla de Patria, de Justicia y dignidad, la repugnante sociedad que el PLAN ha conseguido crear se escandaliza, ¡¡¡FASCISTAS!!! gritan horrorizados…y lo peor es que lo hacen convencidos, el PLAN funciona, ha arrasado conciencias y almas.
Pero no solo no importa sino que es estupendo que esos niños participen en un espectáculo zafio, denigrante y demoniaco como un desfile de los «orgullosos», eso es taaan democrático, taaan tolerante y taaan actual…
En todo momento me estoy refiriendo al PLAN, hay quien pensará que son paranoias de falangista. No, por desgracia todo forma parte de un guion de alguien (aquí hay que meditar y llegar a una conclusión; ¿Quién odia a la persona que no se deja manipular, que mantiene su dignidad? ¿Quién odia a las Naciones fuertes y difíciles de amaestrar? ¿Quién odia la religión católica por la fuerza y la esperanza que da al ser humano?)… Una vez sabido esto, sabremos también quien respeta la dignidad profunda de la persona, quien ama la identidad Patria y la quiere fuerte y libre, quien lucha por la Justicia Social y la libertad auténtica del hombre y quien sufre más que nadie los envites democráticos de esta sociedad enferma y “orgullosa” de su enfermedad.
Quien quiera entender que entienda, los demás que sigan el PLAN.
