Después de la privatización de los sectores clave de la economía española y principalmente la energía, el sometimiento a los intereses del capital y en contra de los del pueblo español es más que evidente. La electricidad no pueden ser objetivo de la especulación. Los bienes de primera necesidad están cada vez más a merced de los mercados, escapando al control del pueblo español, perdiendo nuestra independencia y nuestro valor como pueblo soberano. La Falange siempre se ha mostrado en contra del capitalismo y la usura que destruyen naciones, convirtiéndolas en números que se pierden en un entramado de intereses totalmente ajenos a los del pueblo trabajador sobre todo.

No a la especulación de las eléctricas. Siempre a favor de los españoles más necesitados.