Una sobria Cruz en la Iglesia de Callosa de Segura recordaba los 81 nombres de los asesinados por socialistas y comunistas durante la IIª República en su localidad. Los que se sienten orgullosos de la tortura, la cheka el tiro en la nuca y el fusilamiento han querido acabar incluso con el sincero recuerdo de un pueblo que, en gran parte ni olvida los crímenes de la izquierda ni renuncia a defender su Fe.

Muchos de esos 81 caídos fueron falangistas y por ello nuestros militantes llevan luchando junto al pueblo más de 400 días para evitar este crimen, este delito verdaderamente ideológico.

El domingo se conocía que la resolución del Tribunal Superior de Justicia ordenaba paralizar el derribo, pero como conocemos bien como se las gastan los que hoy gobiernan en Callosa, con su alcalde a la cabeza, nos preparamos para defender la Cruz: Decenas de nuestros jóvenes, junto a militantes de nuestra jefatura territorial, iban a hacer guardia en el monumento.

Con la nocturnidad propia de la peor calaña que viven de lo público, el alcalde ordenaba destrozar la Cruz de Callosa de Segura a sabiendas que la resolución judicial se recibiría esa misma mañana. Un abuso en toda regla de quiénes se sienten impunes tanto por los medios de comunicación, como por la derecha cobarde que gobierna en España.

 

Nuestros militantes de Juventudes de La Falange, para orgullo de la memoria de esos 81 asesinados y de la lucha de todo un pueblo en defensa de su Cruz, han intentado evitar lo inevitable. Innumerables Guardias Civiles se han desplazado para ser cómplices de ese crimen escudándose en lo de la disciplina y abandonado todo honor. Han reprimido a los vecinos allí congregados y han detenido a cuatro de nuestros jóvenes, incluido nuestro jefe de Juventudes en Levante; Dos de ellos, nuestros mejores, han sido encarcelados en los calabozos de la localidad y puestos a disposición judicial.

Una vez destrozado el monumento, el ayuntamiento ha recibido la notificación de paralización del derribo pero el crimen ya se había cometido. Repetimos crimen con nocturnidad, alevosía y contra lo voluntad de la gran mayoría del pueblo. El deshonroso alcalde ha satisfecho así los peores instintos de los suyos.

Todo nuestro reconocimiento a todos aquellos jóvenes que no olvidan la sangre que derramaron nuestros héroes por una España mejor y en defensa de nuestra Fe. Jóvenes que pese a la represión sufrida han devuelto el orgullo a todo su pueblo, y también a toda España, por honrar la memoria de 81 españoles asesinados hace muchos años pero que siguen persiguiendo su memoria los herederos de los que vilmente acabaron con sus vidas.