La derecha del PP sigue en caída libre arrastrado por la corrupción generalizada que lleva camino de hacerle desaparecer, lo que por otra parte sería lo más higiénico para la buena salud de la sociedad española.

Que se han repartido sobresueldos, comisiones y favores de manera ilegal e injusta es algo que está fuera de toda duda. Lo han hecho en época de «bonanza» y también en unos momentos en los que millones de españoles se han encontrado, y se encuentran desesperados, sin trabajo, sin un hogar estable y con una pérdida de nivel de vida que ha mandado a la miseria mas absoluta a miles y miles de familias que malviven de la limosna y de la caridad.

Se suceden los escándalos de concejales, consejeros, diputados y senadores sin que éste «pasmarote» en el que se ha convertido M. Rajoy desde las elecciones de Diciembre, sea capaz de reaccionar e irse a casa con toda la «banda» que le rodea.

El último intento de «aforar» a la jefa de la «banda de Valencia», o sea, la ex-alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, nombrándola miembro de la comisión permanente del Senado, ante su más que presumible imputación, deja bien a las claras cuál es la verdadera actitud de la dirección del PP y los favores que la deben a esta «señorona», representante como ninguna, de la política liberal, corrupta y antisocial del partido de la calle Génova.

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