A continuación reproducimos el comunicado de la COORDINADORA POR LA DEROGACIÓN DE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA:

Ante el anuncio del Alcalde de Pamplona de la exhumación de los ocho cuerpos enterrados en la Cripta de los Caídos de Pamplona, entre ellos los de los Generales Sanjurjo y Mola: la COORDINADORA POR LA DEROGACIÓN DE LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA, manifiesta su oposición a tal ilegalidad, en apoyo de las familias de los fallecidos, al considerar tal acto administrativo, de producirse, atentatorio a la cultura, a la historia, a la dignidad de los afectados y deudos, a los derechos fundamentales de esas familias y contrarios a una sentencia firme de la Sección Tercera del Tribunal Administrativo de Navarra, de fecha 11 de Febrero de 2008, promovida precisamente por la misma Izquierda Aberzale que, entonces y ahora, proponía demoler el edificio, contraviniendo la ley foral y la nacional.

La llamada Ley de Memoria Histórica tiene difícil encaje constitucional, es totalitaria en su práctica y revanchista en esencia. Deslegitimadora de la verdad histórica, sólo permite un relato falseado de la II República, la Guerra Civil y el Gobierno de Franco, de donde partimos todos. Hoy, al imponer el espíritu de esa Ley, inconcebiblemente no derogada, comprobamos el destrozo de la convivencia, la cultura, la historia y la verdad de un pueblo al que no puede privarse de saber de dónde viene, para comprender a dónde quiere ir.

Por ello, y desde la verdad histórica, defenderemos a los hombres e ideas que hicieron posible, en otra época, no tan lejana, que fuéramos una nación unida y respetada, un pueblo en progreso, dignidad y libertad y cuyo legado no debemos permitir que se destruya. Esos héroes, esos mártires, esas víctimas, que dieron su más preciado bien, su vida por lo que creían, Dios y España, contra la filosofía más degradante que produjo la humanidad: el comunismo. Sépanlo, los familiares de Sanjurjo, Mola y todos los que cayeron por defender sus ideales merecen el máximo respeto y admiración de los beneficiarios de su sacrificio, si queremos ser dignos de ellos.

Madrid, a 14 de septiembre de 2016