Ayer se vivió en el llamado Parlament de Cataluña, un nuevo acto de esperpento y de traición a España, y ello a  pesar de la contraprogramación en la que cae hasta ese «ente inútil» llamado Casa Real, que intentó copar las portadas de televisiones, periódicos y radios, con la imposición del tal Felipe VI del «toisón de oro» a una cría, que con un poco de suerte no llegará a reinar jamás en España.

Los medios de desinformación del sistema, han adoptado la misma postura que hace cuarenta años hicieron con el tal Juan Carlos I, vendiéndonos la burra del personaje en cuestión, y machacando a todos aquellos que como los falangistas ya decíamos lo que parece ser después se ha «destapado» que era verdad.

O sea, que era un borracho, un pendenciero, un comisionistas, un golfo, y un perfecto inútil, que hubo de dejar la «poltrona» por un patinazo en una cacería, aireado a los cuatro vientos cuando ya no se podía ocultar ni un segundo más, como el resto de las tropelías que ha ido cometiendo desde aquel nefasto periodo llamado transición.

Pero da igual. Ayer todo el aparato del sistema nos quería comer la cabeza con lo bueno que es este nuevo monarca y la de cosas que está haciendo por todos nosotros, y sin ir más lejos, tuvimos ocasión de «comprobar» TODO lo que está haciendo por nosotros y por la Patria, viendo las imágenes que se repetían una vez mas en Barcelona y el ridículo permanente al que nos tiene sometidos este puñetero sistema monárquico-democrático que nos conduce al abismo y al enfrentamiento.

Pues nada, «Bienvenidos los tiempos difíciles porque serán la depuración de los cobardes«.

¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!! y abajo la monarquía.