Un nuevo caso de corrupción, falsedad y cohecho sacude al Gobierno, ahora por las irregularidades del máster de la Ministra de Sanidad, la socialista Carmen Montón. Este lunes los medios de comunicación, a pesar de la habitual manipulación, han revelado las irregularidades que la ministra hizo sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos.
Estas nuevas informaciones que inundan toda la prensa, demuestran una vez más y reafirman nuestras denuncias sobre los actuales políticos, ya sean de izquierdas o de derechas, pues todos ellos al ostentar el poder que esta nefasta democracia les ha concedido, sólo han hecho brillar la corrupción y el oportunismo en un insulto constante al conjunto del pueblo español.
A este nuevo caso de la que defendía el feminismo, la libertad y la igualdad, le sigue una larga lista de políticos que han mentido en sus currículums y de la que no se libra ningún partido, desde el presidente del actual Gobierno, Pedro Sánchez, pasando por el Jefe de la Oposición, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Cristina Cifuentes o hasta el huido Puigdemont. No sólo manchan el nombre de la política y de España, sino también dañan a todos aquellos universitarios que con sus propios recursos se esfuerzan honradamente por obtener títulos que demuestren su capacidad real.
Durante los dos últimos días, mientras salían a la luz las irregularidades de su máster, la ahora exministra de Sanidad ha defendido a cal y canto un discurso que nadie podía sostener, como es costumbre, mintiendo sobre sus hechos pasados, demostrando su poca vergüenza y la ausencia de la mínima honradez, actitud que la ha acabado obligando a dimitir de la forma más penosa.
La política, que debería ser el espacio de los más aptos para conducir el destino de una comunidad, ahora no es más que un sucio juego de demagogias, de colocaciones y de favores. Mientras, la sociedad española tiene que aguantar sus carencias para gobernar, sus falsedades y su continua falta de respeto.
Desde el Sindicato Español Universitario reclamamos no sólo la dimisión de todos los políticos que han plagiado sus títulos y sus currículums, sino también la dimisión del rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos, porque de nuevo, se vuelve a demostrar que la corrupción y la inmoralidad no solo relucen en la política, sino también en la educación, especialmente en la institución que debería ser la más ejemplar.
Por Justicia alzamos nuestra protesta en defensa de todos los que, con honradez y mucho esfuerzo, se forman y se especializan con másters u otros postgrados. Y ahora más que nunca, nos declaramos en guerra contra todos los sinvergüenzas que se pasean por parlamentos y universidades.