El viernes 10 de Noviembre, en concentración autorizada, La Falange se concentró a las puertas de la Embajada de Bélgica exigiendo la inmediata extradición de Puigdemont y sus consejeros para ponerlos a disposición de la justicia española.
De forma premeditada y sin motivo alguno intentaron que nos alejáramos para, acto seguido, cargar violentamente contra nosotros. Producto de la desproporcionada, injustificada y violenta carga policial varios de los presentes fueron heridos y tuvo que desplazarse al lugar asistencia médica.
Mientras que la policía que ahora maneja directamente el ministro Zoido -los mossos d’esquadra- protege a la minoría separatista para que puedan paralizar trenes y carreteras; en Madrid cargan contra los patriotas que nos oponemos al intento de ruptura de nuestra Nación.
Pero andan muy equivocados Zoido, Rajoy y compañía si piensan que su represión va a hacer que los falangistas dejemos de salir a las calles.
Para nosotros España es sagrada y su defensa un deber ineludible. Para otros y visto lo visto, es todo lo contrario.