En estos tiempos tan extraños que vivimos en España, heroicas excepciones aparte, se puede dividir a los “ciudadanos” en dos categorías: la de los miserables y la de los desgraciados, aunque también existen mezclas de estas dos categorías.
MISERABLES aquellos que han utilizado el poder en cualquier tipo de institución para lucrarse y olvidar que lo primordial es procurar el bien común y no el propio.
MISERABLES los cobardes que aun conociendo los principios de la justicia social no se han atrevido nunca a defenderlos por miedo a ser señalados como no gratos para el sistema.
MISERABLES los traidores que en lugar de ser fieles a esos principios que juraron respetar se “adaptaron” como ratas al medio “democrático”
MISERABLES los vendidos a un sistema letal para nuestra Patria y que, sabiendo que ese sistema sería la muerte para España, no escatimaron medios para inculcar a unos y a otros que el maldito sistema democrático es lo mejor para todos. Elevando a categoría de “bien supremo” las urnas.
MISERABLES los que quieren que a base de leyes redactadas con la letra del odio se olvide un pasado glorioso y lejano en el que España fue un imperio y sus hombres cruzados de Dios. Y un pasado reciente en el que nuestra Patria estaba unida por unos ideales comunes, gracias a los cuales se alcanzó un bienestar y una protección, hasta entonces desconocidos, de las clases más desfavorecidas.
MISERABLES los que han conseguido un cambio radical en la mentalidad de los españoles para que se acepte como “normal” una invasión extranjera que ha afectado y afecta a nuestra identidad y a nuestras costumbres.
MISERABLES los que han hecho y hacen negocios lucrativos aprovechando esta invasión para convertir trabajos dignos con salarios dignos en trabajos precarios, mal pagados, con jornadas inhumanas, con inseguridad y sin futuro.
MISERABLES los que se amparan en leyes usureras para aprovechar las necesidades básicas de los ciudadanos como son tener una vivienda, alimentarse, trabajar … y enriquecerse a su costa.
MISERABLES los que han dejado deteriorar los servicios esenciales como la educación, la sanidad, la energía, etc. por haber dado derechos a muchos antes que a los propios españoles.
MISERABLES los que han realizado una labor continua y constante para conseguir que los españoles ya no sepan qué la Unidad de España es fundamental para que todos alcancemos la justicia social.
MISERABLES los que han dejado a los españoles sin ilusión y sin esperanza, los que han matado la inocencia de los niños inculcándoles desde muy pequeños que todo está permitido, que todo es relativo, que nada importa.
MISERSABLES los que han socavado inexorablemente la base de una sociedad sana y estructurada, la familia tradicional cristiana, atacándola desde todos los frentes, sustituyendo o intentando sustituir lo natural por lo antinatural y lo sano por lo enfermo. La familia ya puede ser familio, familie…o lo que a cada uno se le ocurra. La unión de hombre y mujer se compara, siempre a la baja, con las uniones de hombres y hombres, mujeres y mujeres, o si se tercia, con su perro, su gato o su rata de alcantarilla… por no hablar del lio mental que tendrán las criaturas que caigan en manos de degenerados ansiosos por transmitir sus frustraciones.
MISERABLES los que han convertido las calles de nuestras ciudades en territorio hostil en el que la droga, la delincuencia, los pandilleros, degenerados, la basura lo invaden todo.
MISERABLES los llamados tribunales de justicia que juzgan al dictado de los mandatos políticos y castigan a todo el que se atreva a plantar cara a un sistema profundamente corrupto y degradado.
Un estamento de la sociedad que se supone digno y justo, LA JUSTICIA, es decir, los hombres-mujeres que forman tribunales, más altos y menos altos, una vez más demuestran que quien manda manda, y quien manda en España son los lobbies de todo tipo, todos poderosos. Entre ellos el lobby separatista. Teniendo en cuenta lo dicho, que quien manda manda, si Dios o algún suceso extraordinario no lo remedia unos patriotas que no pertenecen a ninguno de estos grupos poderosos y son todo lo contrario a miserables entrarán en la cárcel con penas de años por el terrible e imperdonable delito de enfrentarse a poderosos MISERABLES.
Los DESGRACIADOS son todos los que aun sabiendo que esto es el reino, nunca mejor dicho, de los miserables de todo tipo, miserables ricos, miserables menos ricos, miserables gobernando, miserables intentando gobernar, miserables estafando, miserables intentando estafar, miserables destruyendo nuestra Patria y los que lo intentan por todos los medios…pues esos que ven, oyen y sienten la podredumbre que nos invade aún esperan que quede hueco para poder ocuparlo y pasar a ser ellos los miserables.
Por suerte nos queda una categoría distinta y distante de los anteriores, los Patriotas. Esos que ponen en juego su libertad, su salud, su vida por defender lo que nadie más defiende. Existen y para desgracia de miserables y desgraciados seguirán existiendo.