La División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó en el año 2000 un informe titulado «Migraciones de Reemplazo: ¿Una Solución ante la Disminución y el Envejecimiento de las Poblaciones?» que, entre otras cuestiones, apelaba a sustituir a la población europea autóctona con “migraciones de reemplazo”. La propia ONU definía este concepto como “el nivel de migraciones internacionales necesario en cada país para evitar la disminución y el envejecimiento de la población que resultan de tasas de fecundidad y de mortalidad bajas”.
Las proyecciones de las Naciones Unidas indicaban que, entre 1995 y 2050, la población disminuirá en Japón y en prácticamente todos los países europeos. De hecho, según la ONU, “países como Bulgaria, Estonia e Italia podrían perder la cuarta parte o un tercio de su población. La tendencia al envejecimiento persistirá, y la edad media de la población alcanzará máximos históricos. En Italia, por ejemplo, la edad media aumentará de los 41 años en el 2000 a los 53 en el 2050. En la mayoría de países, el cociente de dependencia potencial –número de personas en edad activa (de 15 a 64 años) por persona mayor- pasará de 4 ó 5 a 2”.
Partiendo de estas dos tendencias, el informe de la ONU examinaba con detalle ocho países con fecundidad baja (Alemania, Estados Unidos, Rusia, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y República de Corea) y dos regiones (Europa y la Unión Europea). En cada caso, se consideraban escenarios alternativos para el período 1995-2050 y se analizaba el impacto de varios niveles de inmigración sobre el tamaño de la población y sobre el envejecimiento.
Los resultados principales del informe de la ONU indicaban, textualmente, lo siguiente:
- “Durante los próximos 50 años, la población de la mayoría de los países desarrollados va a disminuir y envejecer como resultado de niveles de fecundidad y mortalidad bajos. Por el contrario, la población de los Estados Unidos va aumentar en casi un 25 por ciento. De los países examinados, Italia experimentará el mayor descenso poblacional en términos relativos, ya que perderá el 28 por ciento de su población entre 1995 y 2050 según la variante media de las proyecciones de Naciones Unidas. La Unión Europea, cuya población superaba en 1995 la población de los Estados Unidos en 105 millones, tendrá 18 millones menos que este país en 2050”.
- “La disminución de la población es inevitable en ausencia de migraciones de reemplazo. Los niveles de fecundidad podrían aumentar en las próximas décadas, pero es improbable que se alcancen niveles de reemplazo en la mayoría de países”.
- “Es necesario mantener ciertos niveles de inmigración para evitar el descenso poblacional en todos los países y regiones incluidos en el informe. No obstante, hay divergencias importantes entre los niveles de inmigración necesarios y la experiencia actual de los países. En el caso de la Unión Europea, los niveles de inmigración observados durante los años noventa (del siglo XX) serían casi suficientes para evitar el descenso poblacional, mientras que para Europa en general, habría que duplicar el número de inmigrantes. La República de Corea precisaría un flujo de inmigrantes relativamente modesto –un cambio fundamental, sin embargo, para un país que hasta el momento ha experimentado emigración neta. En Italia y Japón se requerirían aumentos notables de los niveles de inmigración neta”.
- “El número de inmigrantes necesario para evitar un descenso de la población activa es más elevado que el requerido para evitar un descenso de la población total. En algunos casos, como el de la República de Corea, Francia, el Reino Unido o los Estados Unidos, el número es varias veces más elevado. Si tales flujos se produjeran, los inmigrantes llegados después de 1995 y sus descendientes representarían en el 2050 una proporción importante de la población total de los países examinados –entre el 30 y el 39 por ciento en el caso de Alemania, Italia y Japón”.
- “En términos relativos, Alemania e Italia precisarían el número más elevado de inmigrantes para mantener el tamaño de su población activa. Italia necesitaría anualmente 6.500 inmigrantes por millón de habitantes y Alemania necesitaría 6.000. Los Estados Unidos precisarían menos –1.300 inmigrantes por millón de habitantes-anualmente”.
- En ausencia de inmigración, los cocientes de dependencia potencial podrían mantenerse en los niveles actuales si se desplazase la edad de jubilación a los 75 años, aproximadamente.
- Los nuevos retos que presentan la disminución y el envejecimiento de la población requieren una revisión general de numerosas políticas y programas existentes, bajo una perspectiva de largo plazo. Entre los aspectos críticos que precisan re-evaluación están: (a) la edad de jubilación; (b) los niveles y tipos de pensiones de jubilación y salud para la gente mayor; (c) la participación en la fuerza de trabajo; (d) las contribuciones de trabajadores y empresarios a las pensiones de jubilación y salud para la gente mayor; y (e) las políticas y programas de inmigración, especialmente en relación a las migraciones de reemplazo y a la integración de contingentes importantes de inmigrantes y sus descendientes.