El tradicional viaje que el Jefe Nacional de La Falange, Manuel Andrino y otros miembros de la Junta Nacional de La Falange realiza cada cierto tiempo, es aprovechado siempre para visitar puntos de la geografía española donde la historia de España o de La Falange ha sido escrita con mayúsculas.

En este caso, tocó ni más ni menos que viajar a la localidad pacense de Don Benito, lugar donde se encontraba una de los núcleos de militantes falangistas más aguerridos en aquella II República donde los nuestros se batían el cobre en las calles contra aquella izquierda antiespañola y asesina. Aquellos falangistas extremeños de primera época, dirigidos por Arcadio Carrasco y Eduardo Ezquer, tuvieron el honor de ser los primeros en tener entre sus filas al primer caído de La Falange, el militante Juan Jara. Panadero y natural de Zalamea de la Serena, que estuvo presente en el Mitin de la Comedia junto con otros camaradas de Zalamea como Arcadio Carrasco, recibió un disparo en la nuca después de una discusión con un socialista el 8 de Diciembre de 1933, mientras regresaba a su casa. Sus restos reposan en el Cementerio de Zalamea de la Serena, con una placa homenaje que lo recuerda. Es por ello que este viaje, fue aprovechado por los actuales falangistas con el Jefe Nacional a la cabeza, para homenajear a nuestro primer caído recordando el sacrificio de los nuestros, que jamás debe caer en el olvido. En el homenaje, se procedió a depositar en su tumba las tradicionales 5 rosas, así como la lectura de la oración de los caídos y unas palabras del Jefe Nacional, recordando cómo fue la muerte de nuestro primero. También en este cementerio se encuentran los restos de Arcadio Carrasco, militante falangista de primera hora que estuvo presente en el Mitin de la Comedia y natural de Zalamea, que posteriormente cumpliría un papel preponderante durante la Guerra Civil además de como todos sabemos, enrolarse en la División Azul donde cayó herido.

El viaje como no podía ser de otra manera, nos fue anfitrionado por José Ramón Ezquer, nieto de Eduardo, que nos ejerció de cicerone y nos acompañó en el homenaje que recibió por parte de La Falange a su abuelo, en el cementerio de Don Benito donde reposan sus restos. Eduardo Ezquer fue un aguerrrido militante falangista que permaneció fiel a la doctrina de La Falange hasta el final de sus días, proclamando la autenticidad falangista frente al nuevo régimen enfrentándose a todos los que trataron de desvirtuar su doctrina. Eduardo, se adhirió por escrito al nuevo movimiento, recibiendo una carta firmada por el mismo José Antonio, donde le invitaba a ingresar a filas, siendo nombrado finalmente Jefe Provincial de Badajoz así como miembro del Consejo Nacional. En el mitin de Cáceres del 4 de Febrero de 1934, La Falange de Badajoz se desplazó en un autobús con falangistas de Quintana, Zalamea y Don Benito siendo felicitados después en el discurso por José Antonio.

Es por ello, que después y ante las noticias que le llegaban desde Extremadura y reflejadas en el semanario FE, donde se escribían más noticias que de cualquier otra territorial batiéndose en sangre por las calles, que José Antonio decidió realizar el famoso mitin de Don Benito el 28 de Abril de 1935 donde actuaron además del propio José Antonio, Raimundo Fernández Cuesta, Manuel Mateo, Julio Ruiz de Alda y Eduardo Ezquer. Es después de aquel mitin y en una posterior comida, donde improvisadamente Jose Antonio pronunció el famoso discurso de “Lo Femenino y La Falange” que ante la llegadas de unas cuantas jóvenes de Don Benito, reafirmaba el papel que tienen nuestras militantes falangistas, lejos de la “galantería y el feminismo” en el cual nuestra gran Mercedes Formica ya daba ejemplo de ello. José Ramón con toda amabilidad, en una comida celebrada en el histórico Medellín, cuna del Capitán General Hernán Cortés, procedió a enseñarnos varios recuerdos de su abuelo en aquella época y posteriores, que fueron valorados por todos enormemente, sabiendo que nadie mejor que los camaradas que le precedieron para poder apreciarlos. En nombre de todos los falangistas, queremos dar las gracias a José Ramón tanto su amabilidad como su disposición para atendernos en este viaje marcado por el homenaje y la reivindicación. Sin duda tendremos la oportunidad de devolverle el trato cuando se desplace a Madrid en Febrero para celebrar una conferencia.

José Ramón Ezquer y el Jefe Nacional de La Falange junto al monumento a Hernán Cortés, en Medellín.

Sin duda, estos viajes donde el homenaje y el recuerdo de las hazañas de los mejores de los nuestros, hacen revivir el sacrificio y la entrega de aquellos héroes, de los que sin duda los falangistas actuales deben tomar más que ejemplo en estas duras circunstancias actuales, donde España sigue amenazada por el separatismo y el neo marxismo.