En vísperas del habitual homenaje a los héroes de la Gesta de Alcubierre, -que este año tendrá lugar el próximo 25 de abril-, una vez más, el vandalismo de la extrema izquierda ha hecho acto de presencia allá donde se les recuerda.
El monumento luce de esta guisa después de la visita de personas, cuyo respeto a los muertos está claro que es inexistente y por supuesto, dudamos que semejante acto vandálico vaya a ser perseguido por la justicia. Una justicia que no duda en tildarnos de guerra civilistas, y de perseguirnos, a los que defendemos la Unidad de España, como si así se le faltara el respeto a algo; Con ello recordamos, no atacamos ni siquiera a su idolatrada democracia.
Sin embargo, esta grotesca decoración cargada de odio y de amenazas, no debe de ser constitutiva de ningún tipo de delito ideológico, cuando tantas veces impunemente viene siendo perpetrada en nuestra Patria y es que, no se trata de un hecho aislado: Unas veces, le toca al cementerio de la Almudena, otras, al Collell, ahora, a Alcubierre.
Resulta a todas luces extravagante, que ni siquiera la opinión pública condene estos actos macarras. A nadie en su sano juicio –ideologías a parte-, le gustaría que los que ya no se pueden defender porque están muertos: nuestros padres, abuelos, bisabuelos, etc, sufrieran en sus tumbas, cobardes ataques a su memoria.
Obviamente, el silencio al que todas estas acciones despreciables, condenan los medios de comunicación, no es nuevo: Por ningún lado se hace mención a cómo disfrutaban posando incluso para fotografías, milicianos con los esqueletos de monjas procedentes de tumbas que habían profanado, durante la Guerra Civil Española.
Así, el olvido inducido de parte de la historia, ayuda a que nadie se vea en la tesitura de reflexionar sobre los hechos. De igual modo, informando hemipléjicamente sobre el presente, se ayuda a que el pueblo español ignore, cómo representan los jóvenes a aquellos defendidos por la mal llamada “Ley de la Memoria Histórica”, que como es notorio, actúan igual que lo hicieran sus antepasados.
Si bien una memoria hemipléjica, flaco favor le hace a la historia, la desinformación, es culpable de generar una falseada visión del presente.
Esperamos que en el Heraldo de Aragón, todavía queden periodistas que recuerden aquello que tantas veces se repite en las Facultades de Ciencias de la Información, en la que tanto se incide en los valores de honestidad y rigor y den cuenta de lo que ha sucedido en el cerro de San Simón.