El pasado lunes 15 de Septiembre, Pujol Ferrusola, hijo del conocido exdirigente de la Generalidad, se acercaba a Madrid a declarar por imputación en un caso de corrupción.

Los falangistas no dejamos escapar esta oportunidad para acercarnos a saludarle, por tres motivos.

En primer lugar, por separatista, porque no estamos dispuestos a asistir impávidos a la disolución de nuestra Patria, mientras oligarcas como este impresentable hacen negocio de ello.

En segundo lugar, por corrupto, porque tampoco estamos dispuestos a quedarnos cruzados de brazos, cómplices de los robos de la casta, mientras el pueblo español pide a gritos Pan y Justicia.

En tercer lugar, para mostrar a la sociedad, pues había mucha prensa allí reunida, que los falangistas seguimos siendo la primera línea verdadera y constante de España, esa minoría dispuesta a darlo todo por unas ideas.

Con estos motivos, nos presentamos ante las puertas de donde estaba declarando el apátrida y ladrón de Pujol. Al principio, conseguimos eludir el dispositivo policial y aproximarnos con la pancarta desplegada, frente a la lente de las cámaras, al lugar.

Al poco tiempo la Policía Nacional nos hace guardar la pancarta, que no las banderas de España, Falange y Cataluña, mientras procedió a identificarnos. Salidos de la zona de seguridad, unos metros más abajo, seguimos con la pancarta desplegada y coreando unos lemas. «Catalanidad es Hispanidad», «No nos engañan, Cataluña es España», «Pujol, ladrón, pagarás tu traición» y parodiando la consigna separatista por «¡In, Inde, Indecencia!»

Mientras tanto, la gente de la calle se aproximaba interesada por el ruido, muchas veces con mirada complaciente y otras tantas con palabras de apoyo, mientras dos de los nuestros repartían panfletos informativos.

Al cabo de los minutos, los miembros del Grupo 30, que curiosamente sabían de antemano nuestros planes y estaban ya allí apostados, devolvieron los DNI, tras lo cual recogimos y terminamos de repartir los panfletos entre la prensa.

Por último, queremos recordar que la causa nacional es la causa social, que atacar al separatismo es atacar a la corrupción, que mientras se subvenciona campañas separatistas, hoy mismo la Generalidad anuncia que no podrá pagar a las farmacias catalanas. El separatismo es un crimen que especula con la miseria de una parte del pueblo español y la dirige contra otra.

Por eso, porque nos duele Cataluña, y nos duele España, que esperen encontrarnos en todos los frentes en que haga falta, defendiendo el Pan, la Patria y la Justicia.

¡Arriba España!

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