La violencia y la tensión generada por los partidos separatistas y las élites de izquierda continúa en toda España y cada día va a más. El pasado sábado 25, una mujer fue brutalmente agredida delante de sus tres hijos por un cobarde secesionista mientras quitaba lazos amarillos; lazos que son colocados con toda libertad gracias a la complicidad no sólo de los Mossos y de la Generalidad catalana, sino también de los gobiernos primero del Partido Popular y ahora del PSOE.

Este mierda de agresor -que tuvo que ser detenido por la Policía Nacional pues los Mossos se pusieron de su parte y le aconsejaron cómo tenía que actuar para no salir mal parado – ha salido en libertad a las pocas horas gracias a un juez muy diferente a los que «casualmente» les toca a los patriotas como el que les tocó a los 14 del Blanquerna.  Tampoco hemos visto a ninguna feminista defender a la mujer e incluso tipejas como Beatriz Talegón o la alcaldesa Ada Colau se creen más al «machito agresor» que a la mujer ingresada en el Hospital.

Por otro lado, el Gobierno de Pedro Sánchez tampoco ha declarado nada sobre esta agresión ni reconoce la tensión ni la violencia que se respira tanto en Barcelona como en otras ciudades por nada menos que la desintegración de nuestra Patria. Además, los apátridas socialistas se lavan las manos diciendo que la Fiscalía es autónoma en Cataluña.

Todo esto es el fiel reflejo de lo que sucede en Cataluña y en general en toda España. Un repugnante Sistema que en su conjunto es realmente nauseabundo.

Nos vemos obligados, debido al silencio que practican los medios de comunicación con la violencia separatista o de extremaizquierda, a recordar que este suceso solo es el último de una interminable lista de agresiones a todo aquel que defiende España como las amenazas que sufren los pocos periodistas que destapan mentiras como las del jefe de los Mossos o, en general, la persecución, insultos y violencia física contra todo aquel que no está dispuesto a agachar la cabeza frente a la antiEspaña. Hasta llegan al cobarde asesinato, evidentemente por la espalda, como le sucedió al patriota Víctor Laínez y del que nadie quiere acordarse ya. Toda una realidad que el Gobierno de Pedro Sánchez no tiene intención ninguna de afrontar.

Para más colmo, los catalanes, aún tienen que soportar que esta violencia se presente como «oficial» con los llamados Comités de Defensa de la República ya que estos cuentan con el apoyo tanto del Gobierno catalán, como de la Policía autonómica como de los medios públicos catalanes. Estos comités no son otra cosa que los grupos violentos de siempre que desde la cobardía sirven como perritos falderos a los herederos de Pujol que pretenden gobernar un Estado propio para seguir robando impunemente a los catalanes.

El conflicto que se vive en las calles de Cataluña nos demuestra que nada está perdido y nos hace volver a creer. Por un lado está todo el Sistema traicionando a España, por el otro, el Pueblo que, vestido de verdad y abandonado por todas las instituciones públicas, dice basta y se enfrenta a los poderosos y a sus grupos violentos para evitar el suicidio de España. Quién iba a sospechar que sería en Cataluña donde empezaría esta rebelión por España. Pues así es y bienvenida sea. Contad con nosotros.

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