Como si de trileros se tratara, estos días hemos podido observar con estupor el «reparto de poder» en el Parlamento Europeo y en sus órganos de Gobierno donde conservadores, socialistas, liberales, populistas … y demás calaña, han barajado las cartas para acomodarse en la poltrona durante cinco años y seguir acabando con lo poco que queda de independencia de nuestras naciones. Sólo les importa consolidar los «bloques» claramente establecidos para defender sus oscuros y bastardos intereses sin importarles un pimiento el papel ridículo que juegan los distintos gobiernos nacionales, plegados una vez mas a los tejemanejes de Berlín o de París.
Y además tenemos que tragar con la enorme «victoria» obtenida por este traidorzuelo de Pedro Sánchez, al ser nombrado representante de exteriores, el ínclito Pepe Borrell, al que han «colocado» de rondón ya fuera de la verdadera pelea diplomática, cuyo principal objetivo debía haber sido el intentar cerrar de una vez y para siempre, esas alcantarillas llamadas «embajadas de Cataluña» y que han seguido abriéndose por medio mundo, ante el silencio cómplice del que pedía «silencio» en Barcelona cuando algunos nos atrevíamos a decir que había que encarcelar a toda esta canalla separatista y a quienes les alentaron y que permitieron durante cuarenta años preparar el golpe de estado contra España.
Pedimos y repetimos como hicimos en la pasada campaña electoral, que España se salga de inmediato de esta UE que se encuentra al servicio de esos poderes a los que nadie vota y a los que pocos conocen, pero que dictan las políticas económicas, migratorias, sociales y de género, que nos están llevando a la ruina y al caos.